Un ferry debió transportar el vital elemento, cual camión aljibe, desde Punta Arenas hasta Puerto Toro en isla Navarino. La zona central del país ya suma 14 años de sequía, mientras que 100 comunas se encuentran bajo decretos de escasez hídrica.
¿Esto es sequía o es que el clima cambió en Chile? Este es un debate que ya se da entre los expertos, pero mientras eso ocurre seguimos padeciendo las consecuencias de la falta de precipitaciones en gran parte del país. Entre ellas se decretó escasez hídrica en la comuna de Cabo de Hornos, provincia de la Antártica Chilena, región de Magallanes.
Y si la imagen de los camiones aljibes repartiendo agua, no sólo en la zona centro y norte del territorio, sino que también en Chiloé y otros sectores de la Patagonia, es parte del paisaje; hay un sector que ni en nuestros peores sueños nos imaginábamos que estaría padeciendo lo mismo que, por ejemplo, las personas en Petorca.
Puerto Toro es la localidad más austral del planeta. Se ubica en isla Navarino, comuna de Cabo de Hornos, al sureste de Puerto Williams en los confines de la región de Magallanes.
Allí, al fin del mundo, están sin agua potable debido a la escasez de precipitaciones. Si en un noviembre cualquiera caían más de 60 milímetros de agua en ese lugar, este 2022 sumaron sólo 8. Son años deficitarios, tanto así, que esteros, riachuelos, lagunas y todas sus fuentes de agua dulce se han secado.
Debido a las circunstancias, el año escolar cerró anticipadamente y sus cerca de 40 habitantes debieron recibir agua potable a través de un ferry que viajó desde Punta Arenas, cual camión aljibe, hasta Puerto Toro. No hay lugar de Chile que se salve de este padecimiento.
2008 fue el último año que la zona central de Chile registró un superávit de agua caída. Con el fin del actual serán ya 14 años de sequía.
2022 cierra con un déficit promedio nacional superior al 35%, con un leve superávit sólo en La Serena y normalidad en Coyhaique. El resto de las estaciones meteorológicas, todas quedaran al debe nuevamente.
En el caso de Santiago el déficit rondará 45% para cerrar el año. En la capital del país cayeron 161 milímetros de agua cuando debiera acumular 286. Y aunque el invierno pasado fue muy generoso en la caída de nieve sobre la cordillera andina del centro-norte, lo cierto es que la sucesión de olas de calor concretadas en esta primavera ha acelerado su derretimiento.
A la falta de precipitaciones se suman el alza de la temperatura, especialmente en las alturas cordilleranas, la mayor demanda por agua, su mal uso, la pésima distribución, la institucionalidad que la rige y la reparte, la destrucción de los ecosistemas fundamentales en el ciclo del agua, la sobreexplotación, en fin, estas son parte de las causas que tienen a gran parte del país padeciendo escasez hídrica.
A la fecha, más de un centenar de comunas de Chile se encuentran bajo decretos de escasez hídrica en las regiones de Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, Maule, Los Ríos y, ahora, Magallanes.
Estos mandatos de la Dirección General de Aguas (DGA) involucran a casi 6 millones de personas en donde se prioriza el consumo humano por sobre el productivo. Sí, esto debiera ser al revés, pero así estamos todavía y, al parecer, así seguiremos por un largo rato. Me imagino que sabe por qué, ¿verdad?
Lo más probable es que esta cifra aumente en la medida que avance el verano para abarcar hasta sectores de la región de Aysén en la Patagonia como ha sido la tónica en los últimos años, e incluso, esta vez podría sumarse Puerto Toro, la localidad que al sur del sur también se quedó sin agua.