Los talibanes entraron a Kabul "para evitar actos de saqueo y que los oportunistas hagan daño a la gente", según informaron. En tanto, aseguraron estar llevando a cabo negociaciones "para garantizar que el proceso de transición se complete de manera segura".
Después de una semana en la que los insurgentes fueron tomando una tras otra casi la totalidad de las 34 capitales de provincia afganas, este domingo amanecía con la noticia de que los talibanes se habían apostado al norte, oeste y sur de los límites de Kabul.
El pánico estalló entonces en la capital, con las autoridades afganas pidiendo a todos los funcionarios que abandonaran sus puestos de trabajo y fueran a sus hogares, mientras cerraban tiendas y bancos, con el tráfico paralizado por grandes atascos.
Lee también: Reportan más de 700 muertos tras el terremoto en HaitíLos talibanes, sin embargo, pidieron a sus combatientes no entrar en la capital. "Dado que la capital Kabul es una ciudad grande y densamente poblada, los muyahidines del Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes) no tienen la intención de entrar en la ciudad por la fuerza o combatir, sino más bien entrar en Kabul pacíficamente", remarcaron en un comunicado los insurgentes.
Para ello, continuaron, "se están llevando a cabo negociaciones para garantizar que el proceso de transición se complete de manera segura, sin comprometer la vida, la propiedad y el honor de nadie, y sin comprometer la vida de los kabulíes", un extremo que confirmó también el ministro del Interior afgano, Abdul Satar Mirzakwal.
Pero a medida que se iban retirando las fuerzas de seguridad afganas de varias partes de la capital y comenzaban en algunos lugares a escucharse disparos y posibles actos de pillaje, los talibanes anunciaron que finalmente entraban en Kabul "para evitar actos de saqueo y que los oportunistas hagan daño a la gente".
Lee también: Solidaridad continental: América se moviliza con recursos y ayuda humanitaria para Haití"No le está permitido a ningún combatiente entrar en casa alguna o torturar o molestar a nadie", advirtieron. Tras la orden, combatientes talibanes comenzaron a patrullar las calles de Kabul, registrando a las personas que se iban encontrando, para luego dejarlas seguir, según pudo ser testigo Efe.
La salida del mandatario afgano se hizo pública al tiempo que los talibanes entraban en Kabul, cuando el presidente del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional de Afganistán, Abdullah Abdullah, anunciaba en un mensaje de vídeo que "el ex presidente" Ghani había abandonado el país, culpándole de lo que sucedía.
Al final del día, y tras soportar numerosas críticas por su huida rápida y silenciosa, Ghani justificó su marcha para evitar "un derramamiento de sangre", algo que logró, dijo, con su salida y la toma de Kabul por los talibanes sin encontrar resistencia. "Los talibanes ya habían declarado que, para expulsarme, estaban dispuestos a llevar a cabo ataques contra la ciudad de Kabul y sus ciudadanos. Para evitar un derramamiento de sangre, pensé que era mejor marcharme", aseguró el mandatario en un comunicado.
Lee también: Pdte. de Afganistán ante llegada de talibanes: "Para evitar un derramamiento de sangre, pensé que era mejor marcharme"Ghani afirmó que se trató de una "decisión difícil", al tener que elegir entre enfrentarse a los talibanes que querían entrar en el Palacio Presidencial o salir del país al que dedicó su vida. La entrada en el Palacio Presidencial finalmente se produjo, como mostraron imágenes de televisión con los insurgentes recorriendo el recinto, pero Ghani evitó, dijo, "una catástrofe humana" al decidir no resistir en esta ciudad de seis millones de habitantes.
El ministro de Defensa afgano, Bismillah Mohammadi, que padeció la semana pasada un ataque talibán a su residencia en Kabul, culpaba sin embargo al mandatario. "Nos ataron las manos a la espalda y vendieron la patria, maldito Ghani y su pandilla", sentenció.