Hay muchas personas que todavía no tienen claro qué envase va a la basura o cuál se puede llevar a un punto limpio. Por ello, existen recicladores base dedicados a enseñar sobre las diferencias y clasificaciones, de modo que el proceso de la sustentabilidad sea cada vez más expedito.
Poco a poco, los chilenos están tomando conciencia de la importancia del reciclaje y, actualmente, un 8% del plástico disponible en el mercado, se guarda y se vuelve a usar.
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A juicio de los expertos, este proceso se debe fomentar desde la casa, enseñándoles a los más pequeños qué se puede reutilizar y qué no. Sin embargo, como es de esperar, no todas las personas tienen muy claro cuáles de los elementos domiciliarios pueden tener una segunda vida.
Un buen ejemplo es el de Francisco Huala, reciclador de base y dueño de una empresa dedicada a instalar puntos limpios en el Cajón del Maipo. Pero, según dice, su tarea más importante no es ésta, sino la educativa, que consiste en enseñar a la comunidad qué productos se pueden reciclar y cuáles definitivamente deben botarse.
“Hay mucho desconocimiento. El reciclaje todavía sigue siendo tratado como basura, siendo que es un proceso súper limpio, que no debería ni emitir olores ni focos de infección”, señala este joven.
Por ello, también explica que es fundamental educar respecto de la clasificación de los residuos, precisamente para que quien los vaya a retirar -como él lo hace casa semana en el Cajón del Maipo- siga el proceso de forma expedita.
Así, Francisco cada mes recoge 9 toneladas de residuos que, de otro modo, irían a parar a vertederos. Entre ellos se incluyen plásticos PET, vidrios o bidones, que luego de un tratamiento químico, pueden convertirse en nuevos productos.
Botellas plásticas, como las de Coca-Cola, son 100% reciclables, incluyendo las tapas y su etiquetado. Para que lo gente lo sepa y tenga claro que puede depositarlas en un punto limpio en vez de un basurero, la empresa decidió ponerles un sello distintivo, que además está acorde a la ley de envases y embalajes que está implementando el gobierno.
“Es importante que los consumidores primero sepan distinguir los empaques que tienen reciclabilidad y, de esa manera, darles a esos productos una oportunidad para que vuelvan a convertirse en otras cosas”, explica Paola Calorio, directora de asuntos públicos de Coca-Cola Chile.
Con éstas y otras medidas, Chile podrá llegar al 2040 reciclando el 65% de los residuos domiciliarios. De esta forma, sólo un 10% llegará a los vertederos, una meta ambiciosa en la que hay que trabajar desde hoy.