Aunque cada vez más personas se identifican con este problema, aún es un trastorno poco conocido
Si te resulta insoportable escuchar a alguien masticar, respirar o arrastrar los pies, podrías padecer misofonía.
Este trastorno desencadena reacciones emocionales intensas ante sonidos comunes que para la mayoría pasan desapercibidos, explicó la psicóloga Celia Incio, experta en este tema.
La misofonía genera un rechazo desproporcionado hacia ciertos ruidos, como los producidos por la boca o la respiración. Para quienes la sufren, estos sonidos provocan ansiedad, sudoración, e incluso tensión muscular, llegando en algunos casos a generar reacciones agresivas.
Sobre sus consecuencias, la experta explicó a ABC que "promueve el aislamiento, estas personas prácticamente viven encerrados en sus habitaciones o en un cuarto en el que haya silencio y se ponen la música a todo volumen".
Esto, agregó, aparte "de unas consecuencias evidentes a nivel familiar, social o laboral, también produce incluso a veces daños en los oídos de la persona al llevar tanto tiempo estos aparatos".
Aunque cada vez más personas se identifican con este problema, aún es un trastorno poco conocido. Según Incio, entre un 12% y un 16% de la población podría padecerlo en mayor o menor grado, aunque no siempre se diagnostica de forma correcta.
Finalmente, la experta indicó que no hay una cura sencilla para la misofonía, pero con apoyo psicológico y estrategias de manejo es posible reducir su impacto, por lo que aprender a controlar las emociones y el estrés puede mejorar la calidad de vida de quienes viven con este trastorno.