Esta leguminoza tiene un gran aporte nutricional. Entre su composición destacan los hidratos de carbono, proteínas y fibra, los cuales puedes obtener si la consumes en guiso, humus, hamburguesa, falafel, entre otras formas de cocción.
Es sabido que las legumbres cuentan con importantes beneficios nutricionales, por lo que se recomienda incluirlas en la dieta de todas las personas al menos una vez por semana.
De toda la gama que existen de ellas, los garbanzos son considerados como una de las más versátiles gracias a todas las propiedades que posee y, en especial, por ser grandes aliados para controlar los niveles de colesterol malo.
Ya sea en guiso, humus, hamburguesa, falafel, entre otras formas de preparación; esta legumbre posee propiedades extraodinarias que te ayudarán a mantener un buen estado de salud.
De acuerdo a los especialistas, las propiedades de los garbanzos es super amplia. Es así como entre su composición destacan los hidratos de carbono, proteínas y fibra.
También representan una gran fuente de vitaminas del grupo B (B1, B2, B3 y B6), ácido fólico y vitamina E. Mientras que poseen una potente dosis de minerales, entre ellos: calcio, hierro, magnesio, potesio y fósforo.
El nutricionista Samuel Durán afirmó "los garbanzos son ricos en proteína y en fibra. Unos 100 gramos, aproximadamente, de garbanzo en seco tienen entre 17 a 30 gramos de proteínas, y tiene cerca de 20 gramos de fibra".
Además, señaló que el humus, "es una de las formas en la que más se consume el garbanzo en el mundo occidental", aunque también se comen como guiso o en otro tipo de recetas.
"El humus, por ejemplo, se puede sustituir por la mantequilla y la mayonesa. Podemos comer un pan integral o un pan pita con humus", por lo tanto se convierte en una opción más saludable.
Por ser bajos en calorías, los garbanzos ayudan a regular el colesterol, contribuyen a mejorar el tránsito intestinal y controlan la glucosa en la sangre.
El especialista recomendó que para que su aporte sea más efectivo, lo correcto es dejarlo remojando de un día para otro.
"Lo ideal es que toda las leguminosas las dejemos remojando durante la noche y, ¿por qué? Porque ellas tienen antinutrientes que impiden la absorción de nutrientes", explicó.