La mujer de 47 años decidió donar su riñón para ayudar a su jefa, quien se encontraba en la lista de espera de donantes. Tras la acción, fue sorpresivamente despedida, sufriendo una serie de malos tratos. La historia, ocurrida en 2011, hoy se volvió viral.
Debbie Stevens de Long Island trabajaba en un concesionario de automóviles y
donó uno de sus riñones a su jefa, Jackie Brucia, quien a posterior
la despidió sorpresivamente.
La razón que motivó a la mujer de 47 años a donar su riñón
fue para ayudar a ascender a Jackie en la lista de donantes de órganos, ya que se encontraba esperando el órgano para mejorar su estado de salud. Por lo que se sometió a una cirugía en agosto del
2011, aunque volvió a viralizarse por estos días debido a que Debbie decidió interponer acciones legales.
El procedimiento medico provocó en Debbie una serie de complicaciones, razón por la que tuvo que tomarse una licencia para poder recuperarse.
Sin embargo, una vez que retomó sus labores, rápidamente comenzó a recibir
malos tratos e incluso la degradaron, trasladándola a otro concesionario, según Diario Clarín.
Ante los violentos episodios, la mujer decidió asistir a terapia y acto seguido, sus abogados hicieron llegar una carta a la empresa
, lo que desencadenó su despido.
En ese entonces, Debbie lamentó la decisión que tomó gracias a la inexplicable reacción de quien era su jefa. "Decidí convertirme en un donante de riñón para mi jefa, y ella se llevó mi corazón", manifestó. "
Me siento muy traicionada. Esta fue una experiencia muy dolorosa y horrible. Ella tomó mi regalo, lo puso en el suelo y lo pateó", completó decepcionada.
Finalmente, Debbie realizó la denuncia de los hechos ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Nueva York
para solicitar la restitución de su trabajo o de lo contrario, la devolución de su riñón. Hoy, Debbie
aún se encuentra desempleada.