De la mano de la publicación de su libro "Blanca, la niña que quería volar", escrito en memoria de su pequeña hija que murió cuando tenía 6 años, se han dado a conocer íntimos episodios que sin duda continúan marcando la vida del actor.
"El día del funeral de Blanquita visité mi propia muerte, mi propio entierro, el fin claro de una era, de una vida. En la misa estaban mis compañeros de colegio y de trabajo, todos los profesores que tuve, todos mis amigos", escribió Vicuña en su libro. El segundo hijo de la pareja, según contó, también vivió ese momento cuando aún era muy pequeño. Sin embargo, era consciente del adiós que le estaban dando a Blanquita. "Mi hijo Bautista se había quedado dormido en mis brazos, y con él así, en el momento de la paz de la misa, empecé a saludar a los que estaban a mi lado, pero terminé saludando a todas las personas porque con cada una tenía diferentes grados de cercanía", mencionó el actor. Pero "cuando hubo que dejar a Blanca, yo no me quería ir, quería quedarme ahí. Hasta que Bautista, que ya se había despertado, se me acercó y me dijo 'Papá, vámonos. Ella ya no está acá'. Y señalándome el corazón, agregó 'Está ahí adentro'", continuó. "Mi hijo me estaba diciendo lo que cada mañana escuchaba en el colegio cuando cantaban que Jesús está en el corazón, pero en ese momento sentí que me estaba hablando el mismísimo Dios, y eso me sirvió para poder irme", cerró Benjamín sobre este potente recuerdo.Ver esta publicación en Instagram
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