Cabe destacar que la veterana de 77 años de edad se desempeñaba como vendedora ambulante en la comuna de La Florida justo antes de entrar al reality. Pero, al parecer su paso por la televisión no cambió el amor que siente por su trabajo.
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Yo voy a seguir trabajando igual, porque es mi vida y eso me mantiene bien”, indicó
Mónica Ramos al momento de referirse a su trabajo en la feria, el mismo que tenía antes de entrar a la casa de
Gran Hermano.
Y es que la veterana de 77 años de edad
se desempeñaba como feriante en la comuna de La Florida, actividad que le otorgaba el sustento para poder costear sus diferentes necesidades.
Pero no sólo lo realiza por esta razón, sino porque siente además una especial conexión con sus clientes: "
Llegan muchos abuelitos y no toda la gente tiene paciencia de atenderlos", sinceró a
Página 7.
Su cariño por la feria
Justamente, hablando sobre la
atención a los adultos mayores y la paciencia hacia ellos, destacó:
"Yo sí la voy a tener siempre con ellos, con amor y cariño".
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Si usted quiere probarse todo lo que tengo ahí, usted sabe, yo le doy el tiempo. Incluso los invitaba a sentarse y qué sé yo”, fue lo que detalló sobre su día a día en aquel trabajo que le apasiona.
Aunque, se mostró sobre todo
interesada en tramitar el permiso que le falta para poder trabajar tranquila y sin tener problemas con Carabineros: “
Me interesa tener ese permiso", aseguró. Incluso se mostró motivaba a
hablar con el alcalde Rodolfo Carter.
Sin embargo, pese a las dificultades,
Mónica no ocultó sus grandes ganas de volver a trabajar en la feria, incluso luego de su paso por la televisión: “
Ese contacto con el público yo lo echaría de menos”, cerró.