Este fin de semana será en Temuco el sexto encuentro de la disciplina que mueve masas. En el escenario podrás ver el talento de los diez mejores representantes del género.
Llenan estadios, cuentan con miles de seguidores y millones de reproduciones en youtube en cada una de las jornadas. Rapidez mental, ritmo, destreza, adrenalina y la mejor improvisación es lo que se ve en cada una de las batallas que hoy no sólo llena parques en nuestro país, sino que estadios y arenas alrededor del mundo.
Si bien, históricamente las plazas han sido las formadoras de los freestylers, el fenómeno ha crecido tanto en los últimos años que se actualizó y profesionalizó tanto su estructura como los tiempos y puesta en escena. FMS es muestra de ello. Junto Urban Roosters han desarrollado una liga con gran éxito en países como España, México, Argentina y desde este 2019, Chile.
Por estos días, FMS CHILE se encuentra realizando la sexta jornada de nueve que realizarán en el país. Es el turno de Temuco este sábado 28 de septiembre en el centro Casa Vieja y como en cada encuentro profesional de freestyle de dicha Liga, se verán en escenario el talento de los diez mejores representantes del género. Kayser, Stigma El Menor, por nombrar algunos, son los nuevos héroes de los niños y jóvenes.
Hasta ahora, no existía ninguna liga que englobara todas la competiciones de rap como BDM, Red Bull o Gold Battle. The Urban Roosters, junto con la Freestyle Rap Federation (F.R.F) las ha concentrado dando forma a un circuito de campeonatos en el que existe una élite profesional y donde todos los demás freestylers tienen la oportunidad de ascender gracias a su trabajo y esfuerzo.
El fenómeno, que enfrenta a los competidores mejores rankeados del país en un torneo de todos contra todos con ascensos y campeones se asemeja mucho a una liga de fútbol y de ahí, sus características para convertirse en deporte. Y en esta similitud, tener “ritmo” o “flow” en la improvisación es como el “jugar bonito” del balompié. Los puntos de convergencia suman y siguen en un fenómeno que llegó para quedarse.