Dejó una abultado monto para los garzones y la pianista.
Según consignó "La Cuarta", durante la última noche festivalera, la presencia de Leonardo Farkas se robó la película. A bordo de una limusina marca Lincoln MKT, el filántropo llegó a la Quinta Vergara acompañado de su hijo Daniel, quien quería ver a Bad Bunny.
En su estilo, el multimillonario lució un smoking Dolce & Gabbana blanco, con botones que tenían incrustaciones de diamantes en oro rosado y zapatos Louis Vuitton.
Te puede interesar: Con música, cánticos y aplausos: Así fue el adiós que le hicieron a Cangri en las calles de Maipú“La verdad que no sabía que era el Festival. Hace como un mes que a mi hijo le dieron vacaciones. Vivimos en una isla británica. Entonces, tienen vacaciones y él quiso ir a la Antártica. Así que vamos a ir a ver a los pingüinos”, contó, ante los medios.
“Y pasamos dos días a Santiago. Vamos a aterrizar en Porvenir de ahí a un lugar que se llama Parque de los Pingüinos. De ahí cruzamos a Argentina. Y hoy día es el último día del Festival. No lo sabíamos y la alcaldesa nos invitó”, agregó.
Lee también: Sin pena ni gloria: Los memes que dejó el paso de Bonco Quiñongo por Viña 2019Antes de llegar al show del puertorriqueño, Farkas pasó al bar Harry’s del Hotel O’Higgins. En el lugar, probó un pan de molde con queso derretido.
Según detalló SoyChile.cl, el hombre de los rulos dorados dejó una millonaria propina en el lugar: $1 millón para los garzones y $500 mil para el pianista.