La cantante nacional se tomó un año sabático tras el fatídico deceso y recién ahora está retomando sus actividades. "Pensé que podría incorporarme muy luego, pero no fue así", dijo.
Un parate importante fue el que se dio la cantante nacional Daniela Castillo, quien paralizó prácticamente todas sus actividades tras la muerte de su padre, Arturo Castillo, en agosto del 2021.
La también influencer no se ha cansado de recordar de diferentes formas al hombre más importante de su vida. Por ejemplo, se hizo un tatuaje en su mano izquierda, a modo de homenaje.
En entrevista con Las Últimas Noticias, la artista admitió que ahora esta retomando todos sus proyectos tras un año sabático, comentando que "paré un buen rato, diría que un año. Ahora estoy retomando".
"Fue un descanso medio obligado, pero decidido. El año pasado perdí a mi papá y pensé que podría incorporarme muy luego, pero no fue así", dijo.
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La histórica participante de Rojo reveló que durante estos meses se dedicó a estar gran parte de su tiempo con su madre, María de la Paz Vicuña, afirmando que "quería estar con ella y ayudarla a estabilizarse, porque si para mí fue fuerte perder a mi papá, para ella fue tres veces peor".
"Uno no dimensiona, pero a su edad (89 años), es un terremoto muy fuerte. Por eso quise tomarme la vida con más calma, algo que usualmente uno no hace. Hice algunas cosas. Por ejemplo, en enero lancé una canción, pero todo muy tranquilamente. Ahora recién voy a volver con todo", agregó.
Castillo no ocultó que en un momento tuvo "susto" de paralizar todo, aunque recalcó que "es necesario un borrón y cuenta nueva para seguir adelante. Cuando les das el tiempo necesario para decantar, las pérdidas traen cambios súper bonitos. Soló cuando te das el tiempo. Si no lo haces, estás a medias".
Además, la cantante contó que su padre era "mi fan número uno. Era la estructura de mi vida. Representaba todo lo bueno en mi vida. Uno tiene que parar, analizar, sentir. usualmente uno no se permite sentir. Quiere seguir en la rutina y es como un 'vamos, vamos' continúo. Pero la máquina no te da".
Por último, indicó que este proceso sirvió como aprendizaje y que le permitió descubrir que "hacía muchas cosas por miedo, pensando en que la vida dura muchos años y no es real. Hacía muchas cosas pensando en si le gustarían al resto".
"Pensaba ¿me aceptarán? Ahora, me importa un pepino", concluyó.