Un equipo de Reportajes de CHV Noticias estuvo durante una jornada al interior de uno de los cuestionados carros lanzaaguas. ¿El objetivo? Medir en primera persona el trabajo de quiénes lo operan, frente a las críticas por violación de protocolos de uso.
Son las 6 de la tarde y gran parte de las manifestaciones pacíficas por las demandas sociales han concluido en las calles que colindan con el sector de Plaza Italia.
Puntos donde grupos focalizados comienzan a generar disturbios y enfrentarse contra Carabineros. El carro lanzaagua y el lanzagases ingresan a las calles. Pero su presencia ha recibido numerosas denuncias con imágenes que dan cuenta de violación de protocolos.
En cada carro lanzaagua hay cuatro ocupantes: un conductor, dos pitoneros encargados de dirigir el agua y un controlador el flujo de la misma. Hasta 12 mil litros de agua pueden contener y si se ocupa a máxima capacidad, la autonomía de cada vehículo no sobrepasa los diez minutos.
Lee también: Las razones tras la irrupción de Franco Parisi en la carrera presidencial"La orden que tenemos ahora es ingresar y empezar a despejar, a tomar espacio y el personal de infantería comienza la detención", informa el suboficial Jorge Sanzana, uniformado a cargo del denominado "guanaco".
Cuando ingresan por la calle Ramón Corvalán rumbo a la Alameda, los enfrentamientos con grupos focalizados comienzan. Las piedras y otros tipos de proyectiles e incluso artefactos incendiarios son lanzados. Ellos comienzan el contarataque con la fuerza del agua.
Consultados por cuál es la orden para dirigir el agua hacia los manifestantes, la respuesta de inmediato fue que lo hacían en forma de abanico y siempre hacia lo pies de los manifestantes.
"Agua en forma de lluvia generalmente y también hacia los pies. La verdad es que ha sido bastante efectivo el actuar profesional de Carabineros de Fuerzas Especiales al respecto. Y me refiero al uso del vehículo lazaagua", sentenció el coronel Julio Santelices, del Departamento de Comunicaciones Sociales de Carabineros.
Y así lo hicieron mientras estuvimos presentes en su carro durante gran parte de la tarde y noche. No obstante, el problema es que hay registros gráficos grabados por personas que dan cuenta de cómo reciben el impacto del agua de la cintura hacia arriba o directamente en la cabeza.
Pese a lo anterior, desde Carabineros declara cumplir el protocolo establecido, pero asume también que hay situaciones complejas.
"Ustedes pueden ver la visual que nosotros perdemos cuando procedemos por el agua, por eso en cada maniobra hay que tener cuidado de no atropellar a alguien", concluye Sanzana.