Tiroteo en el Monticello: Familiares de trabajador fallecido exigen indemnización y cuestionan apelación del casino

Ya han pasado poco más de tres años del ataque que protagonizó Osvaldo Campos en el Casino Monticello, donde dio muerte a dos trabajadores y posteriormente se suicidó.

Todo ocurrió el 2 de julio del 2017: este hombre ingresó armado al recinto y, luego de participar en algunas apuestas, comenzó a disparar. Luego, se parapetó por más de cinco horas hasta quitarse la vida.

Uno de los trabajadores fallecidos fue Óscar Reyes, quien se encontraba en la mesa de juego frente al veterinario.

Producto de este hecho, su familia se querelló contra el casino y ganó. El tribunal determinó que debían pagar $110 millones por concepto de daño moral. Sin embargo, la empresa no aceptó y fue hasta la Corte de Apelaciones de Rancagua, por lo que ahora esperan la resolución.

La crupier Carolina Carreño fue la otra víctima de este ataque. Sin embargo, su familia llegó a un acuerdo compensatorio con el casino, en el cual se determinó que no podían hablar públicamente del tema.

El miedo de los trabajadores

Un mes antes de este hecho, un ciudadano palestino había percutado varios disparos al interior del Monticello, luego de perder una importante suma de dinero.

Ahí los trabajadores exigieron que en el ingreso se instalaran detectores de metales, a lo que la empresa no accedió por tratarse de un lugar de entretención y que no estaba acorde con la imagen que querían mostrar.

Tras esto, vino el ataque del veterinario, el cual dejó a varios funcionarios con tratamiento psicológico, debido al miedo que tenían de ir a trabajar, ya que sentían que estaban exponiendo su vida. De hecho, cerca del 10% de los que estuvieron ese día presentaron su renuncia.

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