Si bien hoy se ha vuelto indispensable tener una botella cerca, este artículo sanitizador podría convertirse en un problema para los más pequeños del hogar, quienes actualmente pasan todo el día en casa.
La noche del accidente, Ingrid González se preparó una limonada en la cocina y salió en dirección hacia su dormitorio, dejando la taza sobre la mesa. Sin darse cuenta, su hija Rafaela, de un año y cuatro meses la alcanzó, quemando parte de su cuerpo.
La pequeña niña ya tiene autonomía para moverse por su casa sin necesidad de ayuda e indagar por donde quiera. Tal como Rafaela, el 90% de los niños y niñas quemadas que ingresa a Coaniquem ha sufrido un accidente casero.
Ante la permanencia de los niños en el hogar la alerta crece, pues no siempre somos capaces de detectar los riesgos.
Y así lo advierte Bomberos, que mediante un video explicó los peligros que reviste el alcohol gel que todos podríamos tener en nuestra casa. Por ello, señalan es fundamental supervisar a los menores cuando se estén sanitizando sus manos.
Lee también: "Quiso atender hasta el último día": La emoción del doctor Ugarte al recordar a colega que murió por COVID-19Además de que este artículo de higiene nos permite sanitizar, es inflamable. Pero no sólo eso, pues la llama que produce es prácticamente imperceptible.
Rafaela ha tenido buenos resultados, pero su quemadura obligó a que tuviera que realizarse un injerto de piel.
Coaniquem atiende a 8 mil menores al año en los centros de Santiago, Antofagasta y Puerto Montt.
El doctor Jorge Rojas, director y fundador de Coaniquem, aseguró que Rafaela fue atendida de forma gratuita "y con todas las medidas de protección".
Cada año en Chile unos 80 mil niños y niñas sufren quemaduras de distinto tipo. Por eso, los aportes solidarios para ayudar a esta causa son tan importantes. Ante la pandemia, esta opción se trasladó a www.desafiocoaniquem.cl.
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