Debido a un descuido, una mujer perdió una vivienda construida en los años '60. Aunque reconoce que debió ser más rigurosa en los pagos, acusa que las notificaciones que entrega Tesorería no son suficientes.
Fueron tres las cuotas impagas que hicieron a Virginia perder su casa. Una construcción de la década de los '60 ubicada en Cachagua que era su gran tesoro. Sin embargo, un olvido de su parte provocó el retraso de las dos últimas cuotas del 2018 y la primera del 2019. Cuando se dio cuenta, su propiedad ya se había ido a remate.
"Me enteré por una llamada telefónica de un abogado que yo no conocía, que esta casa había sido rematada una semana antes. Jamás me imaginé en ningún minuto que estaba corriendo el riesgo de perder la casa", señala Virginia Struthers.
La mujer asegura que sabía que tenía un par de cuotas de contribuciones atrasadas, las cuales pensaba pagar con el dinero que recibe por los arriendos en temporada de Fiestas Patrias.
Lee también: Chofer del Transantiago chocó en estado de ebriedad al mediodía y con pasajeros a bordo"Siento que el Estado no nos cuida. Ellos dicen que notifican cuando te meten un papelito, como cualquier papelito como una publicidad, entre medio del cerco. Eso ellos lo llaman notificación, te pueden notificar tres veces así y tu ni siquiera te diste cuenta, y es suficiente para rematarte la casa", añade la afectada.
Tras la pérdida de su vivienda, reconoce que no vio las notificaciones y lamenta no haber sido rigurosa en el pago por preocuparse de otros deberes.
¿Qué hacer si estamos frente a un proceso de embargo por no pago de contribuciones? José Francisco Gallegos, de CGF Abogados, explica que es recomendable que las personas "puedan llegar a un acuerdo de pago con el acreedor que tengan, lease la Tesorería o bien alguno en particular".
En la misma línea, el profesional detalla que "para el caso de particular deben tener presente siempre que ellos pueden intentar pagar hasta el momento del remate. Es decir, si con antelación al remate ellos llegan con el dinero total de la deuda, o bien, llegan a un acuerdo de pago con el acreedor, ellos pueden evitar que esta situación se consume".
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De lo contrario, cuando una propiedad ya fue rematada, nada se puede hacer porque el proceso ha concluido. De ahí la importancia que los expertos en la materia recomiendan no dejar de lado el pago de contribuciones.
Por su parte, Marco Antonio Sepúlveda, abogado y académico UCEN: "La gravedad de la situación, es decir, la posibilidad de perder el inmueble a través de una venta forzada es que todo aquel que tenga deudas de contribuciones, y por alguna razón no puede pagarlas, lo aconsejable sería que se acerque a la Tesorería General de la República para renegociar la deuda".
"Es como que me sacaron la alfombra debajo de los pies. Fue algo absolutamente inesperado y yo creo que a mucha gente le pasa", afirma Virginia.