"No se podía estudiar en la pieza del niño, nos vinimos al living y no se podía", cuenta Álvaro Jara, vecino del centro de eventos Verde Mostaza y padre del estudiante que se debe encerrar en el vehículo para encontrar algo de silencio.
Lo que vive un grupo de vecinos en el condominio Los Robles de Villa Alemana no da para más. O al menos así lo sienten y quien mejor lo representa es un niño de 11 años que debe estudiar encerrado en la camioneta de su padre, ya que los ruidos no le permiten hacerlo dentro de su casa.
"No se podía estudiar en la pieza del niño, nos vinimos al living y no se podía, y como medida de desesperación nos encerramos en la camioneta", comenta Álvaro Jara, vecino del centro de evento Verde Mostaza.
Lee también: Varias comunas aplicarán horario límite para menores de edad en la previa a las Fiestas PatriasVicente, el hijo de 11 años, no tiene otra opción que estudiar dentro de la camioneta, porque los ruidos no le permiten concentrarse al interior de su hogar. Lo peor, es que a medida que se acerca el verano, mayor calor comenzará a hacer y el debe permanecer en el vehículo.
Y es que para ellos la situación es insostenible. De lunes a lunes, durante gran parte del día, se levantan y acuestan con música y gritos de actividades que se realizan en un recinto que está al lado de sus casas y que no los dejan hacer una vida normal.
Incluso han denunciado a Carabineros y a la Superintendencia del Medio Ambiente, pero desde las autoridades les dijeron que están dentro de la norma acústica, o sea el nivel de audio es el permitido.
Sin embargo, este es un ejemplo de lo que viven a diario y a diferentes horas, ya que las actividades suelen comenzar a las 10 AM y terminan pasadas las 19 horas. Y hay días que incluso exceden las 22 horas. Este registro fue grabado el domingo recién pasado.
Álvaro añade que "tenemos la cumbia, el reggaetón, el animador gritando, animando gritando cosas que no corresponde que un niño de 11 años las esté escuchando".
"Ese es el drama que tenemos hoy, no se puede estar en la casa", sostiene.
Pero no es el único caso. Otra joven que está embarazada se encuentra con licencia porque había tenido síntomas de pérdida. Motivo por el que le recomendaron tomar unos días de descanso en su hogar. Sin embargo, no lo ha podido hacer debido a los constantes ruidos.
Desde la municipalidad, apuntan que "efectivamente recibimos al vecino haciendo la denuncia y le recomendamos que siga los conductos regulares y llegara la justicia".
"Pero después de un tiempo veo que nuevamente aparece un reclamo producto de ese local de eventos. Logramos comunicarnos con el seremi de Medio Ambiente para que evalúen los niveles del ruido porque se necesita la tecnología de un sonómetro que nosotros no tenemos", añaden.
Por su parte, Manuel González, otro vecino, contó a La Estrella de Valparaíso que la contaminación acústica "es de lunes a lunes, no tienen ningún día de pausa ni feriados".
Eso sí, aseguran que sólo buscan medidas de mitigación, no que se acabe el centro de eventos, porque eso implicaría que las personas pierdan sus empleos, sino que alguien fiscalice y puedan vivir con mayor tranquilidad.