Por estos días nos emocionamos recordando la famosa frase de Neil Armstrong cuando tocó por vez primera el suelo lunar. Pero del primer paso solo queda el imborrable recuerdo y hoy la humanidad quiere comenzar a caminar por el universo.
Para esto, el objetivo está claro y los 225 millones de kilómetros que nos separan de nuestro vecino estelar más cercano parecen una cifra, ahora, completamente, alcanzable.
Hablamos de viajar a Marte, cuya aventura espacial tiene fecha para el 2033. Expectativas que aumentaron con las nuevos datos que se conocieron el año pasado.
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El mundo se paralizó en 2018, cuando se confirmó que la superficie posee registros de agua salada líquida. Son partículas y en otros casos cuencas bajo tierra que la contienen y que se ubican en los polos del llamado planeta rojo.
"El desafío es encontrar lagos subterráneos más cerca del ecuador", afirma el astrónomo de la Universidad de Chile, José Maza, ya que asegura que ese punto de Marte podría ser el de características más similares a las que estamos acostumbrados y, de esa manera, podríamos pensar en habitar Marte.
El rol de Chile
En esta expedición tendríamos que lidiar con otro problema: la radiación cósmica.
Para solucionar esto, el docente de la unidad de Arquitectura de la Universidad Técnica Federico Santa María, Pedro Serrano, afirma que "deberíamos vivir de manera subterránea, y allí nosotros tenemos ventaja".
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Y justamente ahí es donde Chile tiene algo que decir debido al desarrollo de la minería chilena. En Chuquicamata, por ejemplo, se registra un túnel de acceso de 7,5 kilómetros bajo tierra.
"Esa tecnología y conocimiento podría ser útil, para el desarrollo de vida en Marte", añade Serrano.
La primera en Marte
Mientras en Tierra pensamos en cómo vivir bajo tierra, hay otros que ya se preparan para partir al espacio.
Una de ellas es la estadounidense Allysa Carson, la candidata número uno para convertirse en la primer humano en tocar suelo marciano.
Su preparación partió hace cuatro años, en programas especiales de la NASA y ha declarado abiertamente que, pese a sería un viaje solo de ida, está dispuesta a asumir el desafío propuesto para el año 2033.
Un viaje de nueve meses, a través del sistema solar, tardaría este nuevo desafío espacial para la humanidad. La misma que alguna vez soñó con tocar la luna y hoy tiene a Marte como próximo destino.
20/07/2019
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