Según expertos, estos fármacos producen efectos similares a los de la droga -e incluso la potencian-, pero que provocan que el efecto perdure por menos tiempo y que, por tanto, el consumo aumente. El negocio perfecto para quienes alteran este elemento ilícito.
Narcotraficantes y dealers encontraron la manera de hacer rendir la cocaína con diferentes sustancias. El estupefaciente que se vende, en la mayoría de los casos trae una serie de aditivos que puede traer graves complicaciones, una práctica que según un estudio del ISP se disparó en la pandemia. "Quien lo adquiere, no puede saber si está adulterado o no. Y quienes lo adulteran, lo hacen con sustancias que asemejan mucho el aspecto físico del original", señala Boris Duffau, jefe de sección de Análisis de Ilícitos del ISP. En Valparaíso y Los Lagos se registra el menor porcentaje de concentración de cocaína con menos del 20%, y en la Región Metropolitana se bordea el 30%. Este acto se realiza para aumentar el pesaje de la droga, utilizando elementos como maicena, yeso o bicarbonato, sumando fármacos que intentan provocar el mismo efecto que la propia cocaína, como analgésicos prohibidos y un antiparasitario para perros que potencia el efecto, pero hace que las defensas bajen y provoque enfermedades autoinmunes. Según el Senda, la cocaína es la quinta droga más consumida en Chile.