Completo y sin cortes: El documental de la revolución sandinista que fue censurado por la dictadura chilena
En julio de 1979, el periodista chileno Francisco Herreros se dirigía a Puerto Rico para cubrir los Juegos Panamericanos. Sin embargo, lo que en un comienzo sería una breve "pasadita" a Nicaragua para captar los movimientos de la revolución sandinista, se terminó convirtiendo en un registró histórico sobre la interna del proceso. Hoy, 40 años después, se estrena por primera vez este material censurado por la dictadura chilena.
Publicado por Paula Aguilera
Julio de 1979. El periodista Francisco Herreros, quien trabajaba en el área de Deportes del Canal 9 (hoy Chilevisión), fue enviado a Puerto Rico para cubrir los Juegos Panamericanos que se realizaron en su capital, San Juan, pero un desvío convirtió el viaje en un hito decisivo en la carrera del comunicador.
"A los 27 años, concurrí en una misión periodística a los Juegos Panamericanos, con la instrucción de hacer una pasadita por Nicaragua. En ese tiempo estaban por precipitarse sucesos de incuestionable valor histórico, cosa que en ese tiempo no tenía idea", relató.
Las imágenes captadas por el periodista, de hoy 66 años, se convirtieron en un importante registro de cómo se vivió desde dentro la revolución sandinista que derrocó del poder a Anastasio Somoza, con material de los hombres preparando su armamento para dejarlo apto para el combate, y de cómo se sumergían en el territorio para seguir adelante con sus enfrentamientos.
"Casi arriesgué la pega, yo estaba encargado de otra misión periodística, el canal en ese tiempo era propiedad de la U. de Chile, por lo tanto, era sumamente controlado en tiempos de plena dictadura. Los militares tomaron el control de Canal 9 porque tenían el control de todo el país, y fueron bastante adelantados en comprender la importancia de los medios para crear realidades", agregó el comunicador.
Pese a las instrucciones, el periodista alargó su estadía por más de una semana, y gracias a ella pudo captar registros como una intervención pública de un guerrillero sandinista, que defiende a los militares de la Guardia Nacional y asegura que "el somocista malvado es el millonario que le sirve de base a la familia Somoza", y que es escuchado con atención por los nicaragüenses presentes.
"Yo vi otra perspectiva de la guerra, desde la victoria sandinista, ellos ya eran dueños de esa zona. En una plaza, en una especie de asamblea que hubo entre los vecinos, ellos ya reconocían a los sandinistas como el nuevo poder", contó.
Sin embargo, su material nunca fue transmitido, debido a que "básicamente lo que yo estaba grabando era el triunfo de la revolución sandinista en ese tiempo", y a su regreso a Chile sus jefes le recomendaron pasar lo más "sumergido posible".
"En ese entonces quien estaba a cargo del canal era el rector de la Universidad de Chile, Agustín Toro Dávila, que estaba furioso, me contaban que rugía por el pasillo, que a quién se le había ocurrido mandar estos programas comunistas", reveló.
Vida en riesgo
El periodista además relató que la travesía incluyó momentos en que incluso su propia vida estuvo en riesgo: "Hubo un momento de mucho peligro. Nos subimos en un jeep que iba cargado de dinamita a una zona de combate, lo único que yo esperaba era filmar un combate. Me subí a ese vehículo que era de aprovisionamiento de material bélico para los combatientes, y tal como sucede en el trópico, era una noche de mucha lluvia".
"Íbamos subiendo una cuesta muy empinada, se empezó a formar barro, me enteré que este jeep no tenía freno, nos fuimos yendo hacia el precipicio, y de repente quedo colgando en una especie de saliente una cornisa con las dos ruedas en el aire. Si nos caíamos, eso iba repleto de dinamita, no estaríamos contando la historia que estamos contando ahora. Fue un momento de real peligro", continuó.
"Cuando vi de la que me salve dije 'bueno, para algo estoy en esta tierra, porque no tenía explicación que nos hubiéramos salvado'", agregó.
Pese a que nunca fueron transmitidas al aire, las cintas captadas por el periodista adelantan a esas alturas que la guerra estaba "en condiciones de definirse a favor de los sandinistas. Es un ejército desaparrado, de armamento irregular, pero en este momento ya superó en número a la Guardia Nacional, y tienen una gran moral combativa y un valor a toda prueba".
En contraste, agrega que "la Guardia Nacional, aunque es un ejercito regular y con armamento de primera clase, está crecientemente perdiendo su moral combativa, y hemos visto en todos los lugares que hemos llegado que se han rendido presentando poco combate".
31/05/2019
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