Un equipo de CHV Noticias acompañó a los militares en su recorrido por el casco histórico de Santiago y Recoleta. Una escena marcó la jornada de fiscalización del Ejército: jóvenes bebiendo en la vía pública, sin mascarilla y sin respetar medidas sanitarias.
“¡Atención! Vamos a realizar un patrullaje en el casco histórico de Santiago y en la comuna de Recoleta”, instruye a los militares el capitán Juan Huerta de la Brigada de Operaciones Especiales del Ejército.
A horas de comenzar el nuevo toque de queda, los militares se preparan para recorrer las calles de Santiago y Recoleta con el fin de informar a las personas las normativas vigentes. "Entre las 21:00 y las 23:00 lo que buscamos es hacer una labor educativa", contó el comandante Carlos Villarroel.
A pocos minutos de comenzar, una escena se repite más de una vez: jóvenes bebiendo alcohol en la vía pública, sin resguardos sanitarias y sin permiso. "Es pan de cada día, se ponen a tomar en las plazas. La mayoría de las personas anda con una cerveza en la mano", contó el comandante.
Lee también: "Lo hago porque representa al pueblo": Habla el misterioso "Zorro" solidario de ProvidenciaYa con el toque de queda vigente, y a una cuadra de Avenida Recoleta, personal del Ejército se encuentra con un conductor en estado de ebriedad que no podía seguir manejando su vehículo.
Al sujeto le hacen la fiscalización correspondiente y los militares lo retienen hasta que llegue Carabineros y así proceder a su detención.
Sigue el patrullaje por las calles de la capital y a las 00:40 de la madrugada cerca de 10 personas esperan afuera de un local de sushi y una botillería. Los militares les llaman la atención y advierten: "la persona que está trabajando en toque de queda puede perder su patente".
Lee también: La rebelión de los delivery: Organizan una "autodefensa motorizada" para combatir la delincuenciaEl capitán Herrera es claro: "puede estar personal militar en todas las esquinas, pero aún así necesitamos el apoyo de la comunidad". Ratifica que las personas no cumplen las medidas sanitarias para contener el avance de la pandemia del COVID-19 e insiste en que con el Ejército "no estamos acá para molestar, la idea es apoyarlos".
Por otro lado, debido al intenso patrullaje y labor que han tenido los efectivos desde que comenzó la pandemia y las cuarentenas obligatorias, muchos han estado alejados de sus familias por medidas sanitarias.
Uno de ellos es el cabo segundo del Ejército, Erwin Bustamante. "Ha sido difícil en términos familiares. El sacrificio que nosotros hacemos se ve reflejado en las casas", contó.
"Cada uno tiene su familia y trata de cuidarse para poder llegar bien y sano a la casa. Lo más importante para mí fue el nacimiento de mi hijo hace tres meses...algún día, para él voy a ser un orgullo y eso es lo que me mueve día a día".