En 1993,
Verónica Varas estaba embarazada de gemelos y tenía la ilusión de verlos juntos. Uno se llamaría
Esteban Alejandro y otro Joaquín Eduardo, pero su vida cambió el 22 de noviembre de ese año.
A las 13:00 horas estaba programada su cesárea en el Hospital de
Talca, pero solamente un bebé llegó al mundo ya que el médico le informó que el otro,
Joaquín, lamentablemente perdió la vida.
Fichas clínicas y documentos contradictorios
sembraron la duda en esta madre sobre lo que realmente pasó en ese pabellón. Así, Verónica comenzó la búsqueda de su otro hijo, uno de los gemelos que dio a luz y que ella asegura que está vivo.
La familia construyó un memorial a 25 kilómetros de San Javier.
"Él está en algún lugar de la Tierra. Está vivo y esto nos recuerda que hay una lucha, que no podemos bajar los brazos", relata a
CHV Noticias.
Ficha de ingreso
Recién en 2016, la madre pudo conseguir vía transparencia la ficha de ingreso al Hospital talquino. El documento
da cuenta del avanzado embarazo gemelar y de los latidos de las dos guaguas.
"Me dicen:
'El más fuerte tuvo que matar al más débil para poder sobrevivir. El que falleció se transformó en un feto papiro'. Yo no lograba entender y decía que lo quería ver. Ahí me dicen: 'Lo que pasa, chiquilla, no hay bebé'", agrega.
Matronas explicaron que es "extraño" que
en la semana 37 se hayan registrado los dos latidos, pero recalcaron que "no es un hecho que no pueda existir".
Verónica presentó
en octubre del 2017 una querella criminal ante el 4° Juzgado de Letras de Talca en contra de todos quienes resulten responsables en calidad de autores, cómplices o encubridores por el delito de
sustracción de menores.
Investigación archivada
Si bien hubo una investigación, la causa de archivó y la justicia dejó de investigar hace cuatro años.
CHV Noticias, intentó contactar al ginecólogo tratante, quien
no accedió a una entrevista grabada, aunque lamentó lo sucedido.
De todas formas, señaló que
jamás se le pasó por su mente robar una guagua y que la ficha previa a los partos la llenan generalmente las matronas.
"El Joaquín estaba, siempre existió. Joaquín era real (...) Así como yo lo busco y lo espero, espero que él también me busque. Sé que nos vamos a encontrar", insiste una madre esperanzada en obtener justicia y que pide reabrir la investigación.