La familia de Camila, también personas sordas, denuncia que fueron víctimas de discriminación tras ser excluidos del proceso de investigación. Al mismo tiempo, exigen justicia para esclarecer la muerte que, según ellos, habría sido provocada por un ex compañero de colegio de la activista.
El 15 de octubre de 2022, Camila Villavicencio fue encontrada sin vida al interior de la casa de un ex compañero de colegio. Desde entonces su familia exige justicia y acusa discriminación en el proceso judicial.
Joven profesora y conocida activista de la comunidad sorda, la mujer fue vista por última vez en los registros captados por una cámara de seguridad en Santiago centro, pero su cuerpo se encontró horas más tarde en Macul.
En el reportaje emitido por CHV Noticias que contó con una intérprete de lengua de señas, Javiera, hermana de la joven, aseguró que "el dolor de mis padres me sobrecoge, porque ellos se educaron en una época distinta, donde las personas sordas no aprendían a leer igual que las personas oyentes. Camila siempre se hizo responsable de ese aspecto".
Luchadora permanente por los derechos de la comunidad sorda, Villavicencio también fue vicepresidenta de la fundación A mover las manos. Según cercanos, era conocida por su energía y alegría; cuentan que aprovechó cada momento para ayudar a otros e, incluso, para enseñar la lengua de señas cada vez que podía.
Camilia vivió sus últimas horas con amigas. Posteriormente, cuando se marchó del departamento en Santiago centro, alzó sus manos con la intención de encontrarse con alguien que la iba a pasar a buscar. Minutos después, su silueta se pierde en el registro de la cámara.
Según cuenta su familia, era para reunirse con un antiguo compañero de colegio con quien no mantenía una relación afectiva o amorosa, pero que tampoco eran desconocidos.
"Hay videos que grabó Camila en los que quería mostrar que había algo extraño", sostiene su prima, quien explica que Camila llamó vía teléfono y no videollamada como estaba acostumbrada, lo que daría indicios de que algo extraño ocurrió.
Javiera, hermana de la profesora, asegura que habló con el supuesto amigo y le preguntó que pasó. "Se murió sola, estaba durmiendo y, cuando me levanté, en el sofa ya había muerto Camila", habría respondido el sujeto que también tiene una querella en su contra por supuestas violaciones y abusos sexuales, causa en la cual ya hay 6 denuncias en Fiscalía.
Gladys, enfermera y amiga de la familia, estuvo en el lugar donde encontraron a Camila. "La policía no resguardó el sitio del suceso y eso permitió que se manipularan piezas que podían ser claves para la investigación", denuncia.
Además, acusa serios tratos discriminatorios durante las diligencias en contra de la familia, solo por el hecho de ser personas no oyentes. "Hubo absoluta discriminación porque sí, fueron discriminados, los dejaron de lado. Fue como, 'mira, acá los que sirven son los que escuchan y hablan, no ellos'", expresó.
Es por este motivo que, Antonia Orellana, ministra de la Mujer y Equidad de Género, aseguró que "hay preocupación en el Ministerio para que existan protocolos en el sistema de justicia que sean implementados y respetados por las instituciones", lo que, según la secretaria de Estado, sería "algo con lo que la comunidad sorda en Chile al parecer no cuenta".
"El no recoger testimonios en el primer minuto luego de ocurrido el hecho, (se) pierde tiempo valioso de investigacion que podría conducir a evidencia física que luego se pierde. Aquí hay que exigir un esfuerzo adicional de quienes están investigando para que esa información no se pierda solo porque en ese momento no hubo intérprete de lengua de señas", dijo la ministra.
La familia de la joven fallecida, finalmente, dedica sus esfuerzos a buscar justicia para su hija, al mismo tiempo que impulsan una iniciativa para conseguir la Ley Camila, que asegure atención y un trato digno a las personas sordas en circunstancias como estas.
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