Pascale Alvarado es oriunda de
Puchuncaví y siempre fue cercana a su hermana y a su madre. Tenía
solamente 17 años cuando fue vista por última vez el 8 de noviembre del 2011.
En esa jornada, sus padres se preparaban para ir al trabajo y
ella se alistaba para ir a su práctica de contabilidad. Todo era muy tranquilo, pero lamentablemente fue la última vez que la vieron.
A las 18:10 horas, la adolescente caminaba por una vía, pero llegó un auto con dos hombres que
la raptaron a la fuerza para llevarla a un sitio que por mucho tiempo fue desconocido.
Jeannette Soto, la madre, recibió una notificación de un llamado de Pascal, lo regresó y sólo
escuchó un grito o quejido de su hija, algo que la marcó para toda la vida y que aún le retumba en la cabeza.
La comunicación se cortó y empezó una cruzada a la que se unió mucha gente, además de las policías, pero la familia
sufrió un inesperado quiebre que cambió todo.
Testigo protegido
Arantxa Alvarado, hermana de Pascale, contó que
"nunca entendimos por qué a nosotros se nos investigó tanto. Llegábamos a buscar en algún lugar y detrás llegaba la PDI. Años después entendí que se nos juzgó porque dos personas de nuestra familia declararon cosas que nunca fueron".
"Decían que nosotros sabíamos, que teníamos información o
que siempre estuvimos muy tranquilos", agregó.
En tanto, Jeannette Soto, madre de la joven, criticó al fiscal a cargo de la investigación, Mauricio Dünner, y apuntó a que "nunca hizo nada. Por esas cosas de la vida supe que una persona habló y que
había información valiosa que estaba desde el 2016. Yo me enteré años después".
Se trataba de un testigo protegido que aparentemente
escuchó a dos hombres decir que eran los responsables de la desaparición de Pascale, a quien secuestraron y llevaron al sector Las Cenizas en
Cabildo.
Esos sujetos eran
Mario Ulloa Saavedra y Miguel Soto Cruces, condenados a 13 y 10 años de cárcel, respectivamente, por sustracción de menores con homicidio.
¿Qué pasa con el cuerpo?
Lo más doloroso para la familia es que
el cuerpo de la joven de 17 años nunca apareció. Eso no es todo, Arantxa catalogó la condena a los asesinos como "una vergüenza". "Creo que fue una burla a mi hermana".
Pese a que no se ha entregado toda la información, sus cercanos
están esperanzados en que encontrarán los restos de esta adolescente que tenía sueños, esperanzas e ilusiones.
¿Será posible que estos homicidas entreguen algún día esta información? Eso podría ayudar
a calmar el terrible dolor de una madre y una hermana que se siguen preguntando:
Pascale Alvarado, ¿dónde estás?