En paquetes de no más de 30 cm se han encontrado drogas, celulares, carne, alcohol y hasta longanizas. Por eso, el OS-7 de Carabineros y Gendarmería trabajan en conjunto para detener este “correo” ilegal.
Este domingo les mostramos cómo los llamados "peloteros" de la cárcel de Rancagua se han convertido en verdaderos mercenarios durante la pandemia.
Ya llevan más de 300 lanzamientos este año y por cada uno de ellos se paga hasta $20 mil. Lanzan desde medicamentos, alcohol, droga y hasta comida, según sea el pedido.
El departamento OS7 de Carabineros, en conjunto con Gendarmería, llevaron a cabo un plan especial para evitar que a través del llamado "correo" se pueda abastecer el microtráfico al interior del recinto penal.
Desde la central de cámara del complejo penitenciario captaron a un sospechoso, que en el trayecto se encontró con un hombre que le preguntó hacia dónde se dirigía. Se trataba de un efectivo policial, por lo que prácticamente de inmediato decidió escapar.
Lee también: Bandas de "peloteros" siguen ingresando drogas desde las afueras de la cárcel de RancaguaCon estas emboscadas sorpresas, incluso con agentes antidrogas encubiertos, la policía y Gendarmería intentan eliminar este tradicional correo ilegal, con la dificultad que, en el caso de Rancagua, la cárcel colinda con la carretera.
Tanta es la expertiz de algunos lanzadores que están siendo reclutados de un recinto penal a otro, según la ocasión.
En una fiscalización del pasado 17 de septiembre, en paquetes que no medían más de 30 centímetros, se encontró droga dosificada, celulares, carne, alcohol y hasta longanizas, que eran del pedido especial de uno de los internos.
Hasta ahora, hay 15 imputados con medidas cautelares en medio de una investigación aún abierta en la Fiscalía de Rancagua.
Aún queda por saber cuáles son los reclusos que los contactan y para así ir también donde sus proveedores.