Este jueves 29 de julio, en el día de la sobrecarga de la Tierra, CHVNoticias conoció el panorama actual del territorio nacional en materia de sustentabilidad, contaminación, recursos naturales y políticas públicas.
Desde el organismo internacional Global Footprint Network, mediante su campaña “Earth Overshoot Day”, han calculado que este jueves 29 de julio es el día que la demanda de recursos y servicios ecológicos de la humanidad han sido excedidos, con relación a lo que el planeta Tierra puede generar en este año.
En ese sentido, el día que conocemos como el sobrepaso de la Tierra, se calcula dividiendo la biocapacidad que tienen el planeta (cantidad de recursos ecológicos que el planeta puede generar en un año), por la Huella Ecológica (patrones de consumo de recursos y la protección de los desechos de una población determinada) de la humanidad, multiplicando por 365, que son la cantidad de días de este año.
Otro dato relevante para mencionar es que Chile lidera la zona latinoamericana como el territorio que más plástico desecha, con 51 kilos de un solo uso por persona al año. En ese sentido, una nueva campaña de Greenpeace, tiene como objetivo buscar firmas para poder exigir a las cadenas de supermercados alternativas de productos a granel y así fomentar el comercio local.
Lee también: Convención Constitucional ratifica sus siete nuevas vicepresidencias CHVNoticias.cl conversó con Matías Asún, director nacional de Greenpeace, y con Sara Larraín, directora de Chile Sustentable y asesora del Congreso en políticas públicas, para realizar una radiografía a temas medioambientales y cuáles son los principales problemas y desafíos que se vienen como país para enfrentar la grave crisis ambiental y climática que nos afecta.De acuerdo con el informe anual dado a conocer por la plataforma “Earth Overshoot Day”, Chile se ha convertido en el primer país de la región en caer en un déficit medioambiental producto de su alto nivel de consumo de los recursos naturales.
“Básicamente estamos viviendo en una época que la forma de vida de la humanidad no es sostenible. Hemos sobrepasado los límites planetarios y por lo tanto necesitaríamos de dos planetas para seguir viviendo. Por lo tanto, expresado en un calendario anual, debería estar en equilibrio si lo que usamos y lo que se regenera el planeta, suma 0, es decir, el 31 de diciembre. Por lo tanto, mientras más pronto ocurre es peor”, analiza Matías.
Por su parte, Sara sostiene que el consumo del planeta, que es más de la capacidad de recarga y de la reproducción de los ecosistemas, es una realidad que vivimos hace varios años. Por otra parte, indica que el cambio climático es un pasivo ambiental brutal, ya que existe una pérdida de biodiversidad y reducción de la capacidad de las masas vegetales de absorber contaminantes atmosféricos. Con relación al agua, menciona que existe un pésimo pronostico debido al aumento de las temperaturas, la reducción de precipitaciones ya la mayor evaporación.
Según Naciones Unidas, se espera que la población mundial aumente en 2.000 millones de personas en los próximos 30 años, pasando de los 7.700 millones actuales a los 9.700 millones en 2050, pudiendo llegar a un pico de cerca de 11.000 millones para 2100.
Lee también: Dictan prisión preventiva contra werkén Jorge Huenchullán: Le dieron 24 horas para entregarseSin embargo, para ambos expertos, no es una de las problemáticas centrales ya que lo relevante es la huella ecológica que dejan algunos países y la responsabilidad del consumo de los ciudadanos en un territorio determinado.
Para Asún, “hay humanos en sociedades que tienen patrones de consumo y de comportamiento, por ende, huellas distintas. No es lo mismo vivir en una comunidad de pueblos originarios en Alaska que ser un habitante en Nueva York. La huella es distinta. Y por lo tanto no es tan relevante la cantidad total de humanos, como la manera en que esos humanos demuestran respeto por su entorno”.
Para Sara, “la sobrepoblación de la especie es un hecho. Particularmente implica un mayor consumo, pero no es el primer problema. Poblaciones grandes como India o Asia no tienen los niveles de consumo de un norteamericano o Europeo, que tienen huellas ecológicas mayores, más que un latinoamericano. En Chile menos del 20% es para consumo interno. Exportamos para Estados Unidos, China y Europa. Tenemos una serie de países que están siendo proveedores de recursos naturales a países industrializados. La responsabilidad es mayor para los países que tienen mayor consumo.”.
Según Codexverde, un medio especializado en temáticas medioambientales a nivel global, la industria ganadera es la principal causa de deforestación de la Amazonas, siendo responsable de un 15% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero. En ese sentido, indican que se necesitan 4.500 litros de agua por un corte de carne de 300 gramos.
Lee también: Israel autoriza la tercera dosis: Se aplicará a adultos mayores de 60 añosPara Sara, según el contexto que vivimos, “hoy la humanidad no debiera estar comiendo carne, porque la huella ecológica de la ganadería es brutal”. En esa misma línea, señala que las emisiones de gases metano son enormes y que en términos medioambientales, comer carne es un asunto suntuario que no debiéramos mantener como especie humana.
“Se entiende en contexto de culturas nómadas, pero en sociedades sedentarias, en ciudades, donde el movimiento es menor, con todo lo que significa la cadena, con la huella ecológica que significa el agua, con los insumos agrícolas, simplemente no da. Si mañana todos los habitantes de este planeta, comiéramos carne el planeta se acaba mañana”, enfatiza la directora de Chile Sustentable.
Para Matías, la lógica siempre es la reducción de huella en todo, y en este caso sería lo mismo con la alimentación, ya que “todo lo que consumimos tiene impactos y esos impactos están asociados a cadenas productivas de uso de agua de uso de suelo de deforestación, de producción de gases de efecto invernadero: por lo tanto, genera un agravamiento a la crisis climática”, manifiesta.
Según el Programa Transdisciplinario en Medio Ambiente de la U. de Chile, la inequidad en el acceso, uso y goce de un medio ambiente sano y de los servicios ambientales, es otra expresión de la injusticia social que caracteriza a Chile.
Lee también: Presentan nuevo reglamento de la ley de Convivencia Vial: Esto es lo que deben portar los ciclistasPara Matías, “hay que entender que la crisis climática y ecológica global no se expresa igual en toda la población”. Según manifiesta, las mujeres, los adultos mayores y aquellos sectores de la población más vulnerables son quienes se llevan la peor parte de la crisis ecológica. “Los sectores que no pueden comprar su postergación para vivir las consecuencias”, recalca.
En el caso de Sara, quien cita a Naciones Unidas, a la Cepal y al ministerio de Desarrollo Social, para argumentar su punto, sentencia que las poblaciones más pobres, mujeres y afrodescendientes, que tienen cargas de pobreza, serán los más afectados porque no tienen vivienda, no tienen acceso al agua, a calefacción, a trabajos formales.
“Hoy tú tienes sectores de la población que no tienen margen y en una sociedad todos somos responsables. Hay que nivelar, hacia niveles de vida dignos”, afirmó Larraín.
Sara Larraín es asesora en calidad de experta del Congreso en la discusión de la reforma al Código de Aguas que se viene legislando desde el año 2011. Relata que ha existido una oposición brutal de los sectores económicos, pero que finalmente espera que este año sea aprobada.
El pasado martes 27 de julio se aprobó en general en el Senado la normativa, sin embargo, desde el Gobierno aplicaron algunas indicaciones al día siguiente con urgencia, teniendo que al día siguiente volver a sesionar.
Lee también: Rocas terrestres indican que existe agua en MarteCon respecto a la reforma, informó que protege humedales, turberas, impide sacar agua en glaciares, permite derechos de agua para conservación de esta, impide sacar agua de zonas protegidas. No obstante, recalca que “necesitamos el cambio constitucional, con el objeto de que del monopolio y la privatización de las aguas se termine”
En esa misma línea, explica que lo primero que establecería el reglamento es que el agua es propiedad de todos los chilenos, como esta en el código civil, sin embargo, señala que es la Constitución la que pone las dificultades, ya que en el artículo 19, número 24, inciso final dice, que quienes tengan los derechos de agua constituidos de acuerdo a la ley, se le dará la propiedad sobre ellos.
“La maldición acá es la constitución y esperamos que en la Convención Constituyente lo resuelva. Porque el primer elemento clave es que es un bien público y segundo establecer que el acceso es un derecho humano fundamental garantizado por el Estado”, sostuvo.
Las Naciones Unidas en el 2010 estableció el agua como un Derecho Humano, determinando usos prioritarios. “Primero agua potable, luego uso doméstico y subsistencia, economías locales, protección de las fuentes y después las actividades productivas. Eso quiebra la lógica del mercado de agua en Chile”, explica.
Con respecto a dichas prioridades, actualmente en Chile, “la empresa es primero y dan agua en camiones que no llegan todos los días. Hay un millón y medio de personas que no tienen agua. No todos los municipios son Vitacura o Las Condes, por eso tiene que ser una política de Estado. Sin agua no puedes vivir”, señaló.
Finalmente, enfatizó en que ya existen migraciones de ciudadanos y abandono de territorios por falta de agua para la sobrevivencia, comparando que no todos los municipios son como Vitacura y Las Condes por sus recursos. D esa manera justifica porqué el agua potable tiene que ser una política de Estado, ya que el agua es propiedad de todos.
Lee también: Vecinos de Nogales denuncian que pese a fallo de la Corte Suprema no les entregan aguaDesde Greenpeace, Matías recuerda que, en la convención, salieron electos 81 personas del total que se comprometieron a declarar el agua como derecho sin letra chica, que el agua sea efectivamente un derecho para el cuidado de las personas y del medioambiente.
"Sin un medioambiente sano no es posible que las personas tengan derechos. Si no hay un aire limpio, no hay respeto por los derechos humanos. Esas 81 personas que participan de listas, de colectivos y de agrupaciones, que, en su conjunto, sumarían dos tercios, van a poder redactar una constitución, que no solo resguarde el agua, la cuide y la recupere, sino también para hacerse cargo de la crisis climática y ecológica que estamos viviendo”, concluye.