La Organización Mundial de la Salud advierte que, desde 2015, habrá una necesidad de buscar soluciones para combatir la resistencia a los antibioticos, que se estima en unos años podría causar más muertes que el cáncer.
En el Zoológico Metropolitano existe un grupo de sapos y ranas nacionales, que forman una familia de anfibios de Colombia, que podría salvar casi 700 mil muertes al año en el mundo causadas por la resistencia antimicrobiana. ¿Qué tienen de especial estas ranas?
“Tienen muchísimos elementos moleculares, sustancias dentro de la piel muchas de ella tóxicas, pero también inhibidoras de bacterias”, explica Exequiel Hidalgo, director de Conservación e Investigación de Buin Zoo.
Precisamente esa capacidad fue descubierta en tres familias de ranas en Colombia por investigadores de la Universidad CES. Anfibios que resistían infecciones de microorganismos como las bacterias, incluso de forma más potente que los antibióticos comerciales.
“Lo que están tratando de hacer ahora es conseguir nuevas moléculas, sustancias que vengan de la piel de los anfibios que puedan ser utilizadas como unos antibióticos, como elemento medicinal para controlar el problema de los antibióticos resistentes, pero a la vez que no sea tóxico para el humano”, agrega Hidalgo.
Te puede interesar: Chile y Argentina se unen en una estrategia de conservación para proteger la ranita de DarwinOpciones que responden a la urgencia mundial contra la resistencia antimicrobiana, que en 2050 se estima será la primera causa de muerte en el mundo, superando al cáncer, porque lo que pasa hoy es que, al combatir una enfermedad con un antibiótico, no hace afecto debido a las superbacterias que no reaccionan ante ellos.
“Tenemos que entender cómo se comporta esta resistencia en la microbiana en la población, cómo surge, por eso es tan importante estudiar las poblaciones en su entorno, no solo a los pacientes humanos, sino a los animales, al suelo, al agua”, afirma Dacil Rivera, de Núcleo Milenio para la resistencia antimicrobiana.
Durante dos años los investigadores en Colombia analizaron la secreción de la piel de las ranas, y ahora el siguiente paso es identificar la molécula exacta que permite esa capacidad en las ranas y usarla en los humanos.
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