El magistrado de La Unión, Cristian Seura Gutiérrez, citó al adolescente de 14 años a una audiencia para comunicarle mediante un lenguaje claro y accesible la decisión adoptada. "Los niños y niñas tienen el derecho a ser oídos y a comprender", señaló.
Un hecho inédito se registró el pasado jueves 20 de julio en los pasillos del
Juzgado de Letras, Garantía y Familia de la comuna de
La Unión, en la
Región de Los Ríos.
El magistrado
Cristian Seura Gutiérrez dictó sentencia en una causa sobre
impugnación y reclamación de paternidad interpuesta por la madre de un adolescente, en representación de su hijo, que
deseaba cambiar su apellido paterno por el de la persona que lo acogió como hijo desde pequeño.
El juez
resolvió favorablemente ambas demandas, fundando su resolución en los vínculos del joven con la persona que lo crió.
En ese contexto, Seura citó al adolescente de 14 años a una audiencia para comunicarle mediante un lenguaje claro y accesible la decisión adoptada. En dicha instancia, el magistrado le
entregó una carta escrita por él mismo y, además, hizo lectura de las partes relevantes del fallo.
¿Qué decía la carta?
“Sin lugar a dudas,
esta sentencia marcará un antes y un después en tu vida, pues sabemos lo complejo y difícil que ha sido para ti tener que explicar a los demás quién es tu papá”, escribió el juez en la misiva.
Luego, agregó que “ese anhelo, guardado en tu corazón por más de 10 años, se concreta legalmente por este medio, porque
sabemos que nada cambiaría en tu relación con tu padre, porque aquella ya está formada, ya es sólida y representa un espacio de protección, aceptación y cariño”.
La resolución consignó que “si bien en ocasiones los adultos no somos lo suficientemente empáticos para ponernos en el lugar de un niño, no cabe duda que
este proceso y su término, será motivo de alegría y celebración en la intimidad de tu hogar, con quienes hoy son parte significativa en tus cuidados y desarrollo".
"
Sólo espero que tu padre te siga cuidando y brindando todo el amor que te mereces, junto a tu madre y hermana y haber contribuido con una pequeña parte en la historia de tu vida”, concluyó.
"Los niños tienen el derecho a ser oídos"
En conversación con
LUN, Cristian Seura explicó que "incidieron varias cosas" para recurrir a este particular método.
"Pese a que la demandante era la madre, quise que el niño entendiera todo lo que estaba pasando", señaló.
"Lo primero es que
los niños y niñas tienen el derecho a ser oídos y a comprender. Uno no puede obligarlos, pero en este caso él accedió a tener una audiencia conmigo", indicó.
El juez de Letras, Garantía y Familia de La Unión aseguró que
le "conmovió la manera en que relató todo lo que había tenido que pasar hasta ese momento".
Respecto a esto último, el magistrado sostuvo que al adolescente
"lo molestaban en el colegio por tener otro apellido o porque en las pruebas él ponía el apellido que él consideraba que le correspondía".
"También me dijo que
las personas hacían cierta diferencia con su hermanita. Él no lograba entender por qué la gente hacía diferencias", agregó.
La misiva fue escrita por Seura en su computador e
incluyó su firma manual y el timbre a tinta del tribunal, además de unos "pequeños dibujitos".