La misiva fue leída por el timonel del partido, Guilliermo Teillier, durante un acto en el Teatro Caupolicán. "La tarea es sentar las bases para el despliegue de un nuevo pacto social, donde el centro esté en la dignidad de las personas y no en el lucro de unos pocos", expresó el mandatario.
Este domingo, el Partido Comunista de Chile (PC) celebró sus 110 años de historia con un acto en el Teatro Caupolicán, que contó con la participación de números artísticos y un discurso del presidente del colectivo, Guillermo Teillier.
Antes de ir con sus palabras, el timonel de la tienda oficialista leyó a los presentes una carta enviada por el presidente de la República, Gabriel Boric, quien no pudo estar presente debido a temas de agenda.
“Hoy se cumplen 110 años desde que Luis Emilio Recabarren fundó el Partido Obrero Socialista, organización que pocos años más tarde pasará a convertirse en el Partido Comunista de Chile. La distancia del tiempo nos permite afirmar que aquel fue un momento clave de la historia del movimiento popular chileno", comenzó diciendo la misiva.
Luego, el mandatario destacó que el nacimiento del PC "no se trató de un accidente y menos de la idea de un solo individuo. Fue la expresión de continuidad de un movimiento que, poco a poco, fue unificando a trabajadores en torno a la idea que solo organizados es posible cambiar las condiciones de vida y luchar contra la explotación”.
En ese sentido, Boric resaltó el legado de Recabarren como "uno entre muchos luchadores que dieron todo por ese proyecto colectivo. Han pasado más de 100 años y esa vocación por el trabajo colectivo sigue presente en vuestro partido”.
El jefe de Estado también se refirió a la colaboración del PC desde que inició su administración. “Durante estos pocos meses de trabajo en el gobierno, he podido ver en el trabajo cotidiano el sentido colectivo, la lealtad, la claridad y el empeño con que los y las militantes del Partido Comunista trabajan día a día”.
“Creo que es precisamente esa más que centenaria historia, cargada de experiencia en la lucha política, lo que les ha permitido percibir la densidad histórica del proceso en que estamos inmersos y actuar en consecuencia. Han sido grandes aliados y lo seguirán siendo, no tengo dudas”, profundizó.
Asimismo, el mandatario reconoció que "provenimos de tradiciones distintas". Sin embargo, afirmó que comparten "un horizonte utópico que guía nuestro andar conjunto". "Aspiramos a una sociedad en la que cada uno de sus miembros aporte lealmente según sus capacidades, al mismo tiempo que cada cual reciba según sus necesidades”, resaltó.
“Esto se traduce hoy en que nos une la voluntad de hacer de Chile un país justo, en el que todos y todas tengan un lugar, donde el fruto del trabajo colectivo deje de traducirse en privilegios para unos pocos”, complementó.
Ya finalizando, el presidente indicó que “hoy, la tarea es sentar las bases para el despliegue de un nuevo pacto social, donde el centro esté en la dignidad de las personas y no en el lucro de unos pocos. Es motivo de satisfacción y confianza saber que marchamos juntos en esa inmensa tarea”.
“Les envío un gran abrazo, mis deseos de larga vida y mi profunda admiración por vuestro largo y centenario camino de lucha. Un abrazo hijas e hijos de Chile”, cerró.