Paula, una constuctora civil, y Kevin, un kinesiologo, ambos de 26 años, perdieron la esperanza de obtener su propia vivienda en San Miguel. Al querer irse a vivir juntos, se contactaron con un proyecto inmobialiario que cumplía todas sus pretenciones, sin embargo, era el único lugar donde no les pedían pre aprobación bancaria. Estuvieron pagando durante 16 meses, gastando alrededor de $4 millones de pie. Ahora, desde la inmobiliaria no les contestan. Por su parte, el Sernac finalizó la gestión del reclamo porque empresa no respondió. De igual manera, desde la constructora dicen que se comunicaron con algunos clientes y les delvolvieron dinero.