San Martín se hizo conocido no solo por las buenas terminaciones de sus productos, sino por su característico grito con que los vecinos se enteraban que este ya estaba en las proximidades. Durante décadas, tuvo una amplia cartera de clientes.
Este jueves, se dio a conocer el deceso de un personaje histórico de Valparaíso. Se trata de Celso San Marín, conocido también como "Don Checho", un hombre que desde hace más de 40 años recorría las calles de la ciudad vendiendo escobas que él mismo confeccionaba en su taller ubicado en el cerro Jiménez.
San Martín se hizo conocido no solo por las buenas terminaciones de sus productos, sino por su característico grito con que los vecinos se enteraban que este ya estaba en las proximidades. Durante muchos años, tuvo una amplia cartera de clientes.
El tradicional escobero dio su última entrevista al diario La Tercera en agosto del año pasado, en que se refirió a su oficio y aseveró que “ya no existen los otros escoberos. A esa gente la conocí cuando empezamos. Después se fueron quedando en el camino, como mi familia; mi papá, mi hermano. Todos fallecieron. Y yo sigo luchando". Asimismo, aseguró que cuando él comenzó con esta actividad, existían "al menos 10 fábricas artesanales".
Lee también: Valparaíso: Joven de 22 años murió tras ser baleado afuera de su casaCon el paso del tiempo, el desarrollo industrial de otros materiales como el plástico le hicieron ir perdiendo terreno en su rubro. “Es lo que nos está matando, la gente compra un escobillón porque es más económico. Los que somos artesanales, en vez de ir pa’ arriba vamos pa’ abajo. Ya no hay gente que trabaje la escoba como yo”, puntualizó.
En 2014, el hombre sufrió trombosis en la pierna izquierda, lo cual lo dejó fuera de las pistas por un tiempo. Al tiempo, decidió retomarlo, con la colaboración de uno de sus hijos, que lo ayudó a promocionar las escobas a través de una página de Facebook. Años más tarde, la pandemia le significó un nuevo obstáculo, ya que no podía ir a Los Andes en donde acudía para abastecerse de los insumos necesarios.
Don Checho estuvo presente por las calles de su ciudad hasta sus últimos días. Más cansado y llevando cada vez una menor cantidad de escobas, siguió dándole vida a los cerros de Valparaíso con su clásico "Eeeeeescobaaaaaaaaaaa".
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