Tras su muerte fueron reflotados en redes sociales dos videos donde Maximiliana Amaro Mamani acusó amenazas en su propio domicilio en Quebe. Su propia nieta confirmó dichas intimidaciones.
Fue este lunes cuando la Policía de Investigaciones confirmó en Colchane el asesinato de Maximiliana Amaro Mamani, una mujer aymara de 85 años que era conocida como líder espiritual de la remota localidad de Quebe.
Nombrada por la comunidad indígena de la zona como "jach’a mama", la adulta mayor fue hallada muerta en su propio hogar tras no ser vista por cerca de cinco días en dicho sector de la región de Tarapacá.
Mientras la institución policial informó que delincuentes entraron a robar a su casa y que perdió la vida producto de un TEC cerrado, las últimas horas comenzó a circular un video de la anciana que data de 2021.
En él, Maximiliana denunció públicamente haber sido amenazada de muerte por un migrante, quien la habría intimidado con un arma de fuego al ser sorprendido dentro de una vivienda deshabitada de un familiar en Quebe.
"Hace como cuatro meses atrás fui a defender una casa de una nieta que me pertenecía, que era mi familia, y (el ocupante irregular) me dijo 'que tení que meterte usted', me dijo", advirtió en el registro, ampliamente difundido en redes sociales.
Luego, dijo en su relato, el desconocido sacó un revólver entre sus pertenencias y le apuntó con el arma. "'Yo no voy a morir de hambre', me dijo. 'Te voy a matarte', me dijo. '¿Me vay a matar', le dije, y pesqué una piedra grande, que con esa iba a largarle".
Aquella no fue la primera vez que Maximiliana Amaro denunció ser víctima de delitos, pues ese mismo año acusó que le robaron ganado y mataron algunos animales, acusando a la población migrante que ingresa irregularmente al país a kilómetros de Quebe, en la frontera con Bolivia.
"No es posible que producto de la inmigración irregular perdamos la vida de una persona que no merecía morir así", advirtió Maricela Challapati, nieta de ancina, en conversación con 24 Horas.
"Ella denunció vía pública todo lo que pasaba por la inmigración incontrolada desde el paso fronterizo de Colchane. Fue brutalmente asesinada en su casa y es lo que más nos duele, porque desde que empezó la migración denunció esto, lo que se veía venir", agregó.
Por otra parte, según la familia de la mujer la mesa estaba puesta al momento de su muerte, por lo que habría ayudado con comida y techo a sus asesinos. "Cada vez que pasaban personas que tenían niños, ella era humana y los atendía", dijo Maricela.
Novelia Amaro, hija de la anciana, señaló también que "ella nunca quiso salir de su pueblo, nos transmitió a todos lo que es la cultura aymara". "Gracias a ella conocemos la lengua, las costumbres y las tradiciones de nuestro pueblo. Hemos aprendido a valorar nuestra cosmovisión", cerró.
Juan Pablo Pérez, subdirector de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena de Iquique, lamentó el deceso y reconoció a Maximiliana como una "guardiana de la memoria y el conocimiento ancestral".
Luego, destacó a la adulta mayor por "su compromiso con la defensa de su territorio y por mantener vivas las raíces culturales de su pueblo, legado invaluable que hoy honraremos con respeto y memoria".
Por otra parte, el subdirector del servicio dedicado al desarrollo integral de las personas y comunidades indígenas instó a las autoridades a no olvidar las problemátias de los habitantes de zonas rurales y remotas.
"Hechos como este nos obligan a redoblar los esfuerzos por asegurar la dignidad, la protección y el respeto que nuestras personas mayores merecen, especialmente en territorios rurales y fronterizos, donde muchas veces sus voces no son debidamente escuchadas", remarcó.