El geógrafo Marcelo Lagos explicó los alcances de esta falla que cruza ocho comunas de la Región Metropolitana y los cambios que podrían ocasionarse tras la modificación al Plan Regulador Metropolitano de Santiago.
De acuerdo con estudios, la falla de San Ramón se extiende por cerca de 50 kilómetros en la Región Metropolitana y cruza 8 comunas: Lo Barnechea, Vitacura, Las Condes, La Reina, Peñalolén, La Florida, Puente Alto y Pirque.
Una condición geográfica que pone en peligro las construcciones de la superficie y que, según un mapa compartido por Contigo en la Mañana, implica además a infraestructura crítica.
Sumado a lo anterior, cabe considerar que esta falla es poco profunda y que no libera energía desde hace unos 8.000 años.
Considerando estos antecedentes, el gobernador de la RM, Claudio Orrego, dio a conocer en Qué Pasa algunos cambios en torno a la urbanización capitalina y que contempla precisamente esta falla geológica.
Esto mediante la modificación del Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS), que fue enviada al Consejo Regional Metropolitano (CORE) para su aprobación y que restringiría, entre otras cosas, las construcciones en torno a esta falla.
El geógrafo Marcelo Lagos explicó en Contigo en la Mañana que más del 50% de la traza de la Falla de San Ramón está urbanizada.
Entre aquellas construcciones se logra identificar infraestructura crítica, tales como hospitales e incluso un centro de estudios nucleares.
Este es el listado de la infraestructura crítica construída sobre la Falla de San Ramón:
Respecto de las medidas anunciadas en el plan regulador, Marcelo Lagos explicó que, de aprobarse, hay que considerar que "Chile no se caracteriza por relocalizar asentamientos humanos".
"Los va a dejar en el mismo lugar, pero las acciones podrían ser congelar densidades de habitantes, disminuir o evitar permisos de edificación, evitar ampliaciones de viviendas, evitar instalacion de infraestructura crítica nueva", entre otras medidas, sostuvo.
En cuanto al plan regulador actual, el experto detalló que "se aprobó a mediados de los años '90 e incorporó un estudio fundado de riesgos para incorporar los peligros que se ocnocían a la fecha, y ese estudio se hizo en 1984. Ahí hay un desfase sustantivo".
Hasta ese entonces, mencionó Lagos, "no había ningún dato de la Falla de San Ramón y eso comienza recién a aparecer a principios de los 2000".