La primera dama respondió a comentarios que apuntaban que supuestamente “Gabriel podría ser gay” y que ella es “contratada”. Además, discrepó que se hable mal de familias “que se escapan a la heteronorma”.
De la mano, saludando a la guardia de Palacio y dándose un beso de despedida, de cara a sus labores, se presentaron este lunes el presidente Gabriel Boric y la primera dama Irina Karamanos.
La llegada de ambos se da en un día clave para el gobierno, ya que este lunes se votarán los dos proyectos que permiten un retiro de los fondos de pensiones, aunque la extracción universal no es apoyada por el Ejecutivo.
En este marco, Karamanos habló en entrevista con Pousta sobre los constantes comentarios que genera su relación, la que fue catalogada, en un programa de radio, como "concubinato". "Me parecen curiosas las expectativas que se tienen sobre las parejas en el poder", dijo.
La antropóloga, emparejada con el ex diputado desde 2019, aseguró que es “decidor que se espere que el presidente esté casado y que si no lo está, es preferible que no tenga nada. Y peor aún si no fuera heterosexual”, dijo.
Karamanos no se quedó ahí y enfatizó en que en redes sociales varios comentarios apuntan “a que Gabriel podría ser gay y que yo soy contratada y, además, una mujer trans, poniéndole un carácter ofensivo”.
“Más que tomármelo personal, me parece el reflejo de una sociedad muy conservadora, donde seguimos hablando mal de las familias que se escapan a la heteronorma clasificándolas de disfuncionales”, agregó.
Consultada sobre si cree que son una pareja representativa para el país, la primera dama aclaró que, a su juicio, “no hay un camino correcto. Nosotros estamos transitando otra alternativa”.
En ese sentido, recalcó que “es momento de visibilizar los diferentes tipos de familia que siempre han existido y que no se han vivido abiertamente estando en el poder”.
Además, se refirió al comentario realizado en una entrevista por María Soledad Font, su suegra, quien dijo Gabriel Boric “se casó con Chile” al asumir el mandato, anulando su vida personal.
Respecto a dónde entraba ella en ese relato, Karamanos indicó: “En que ambos nos casamos con Chile o no es un matrimonio como tal. Parte importante de nuestra relación es que tenemos una convicción que compartimos y a través de la cual nos conocimos”.
“A ambos nos mueve transformar las condiciones de vida de la mayor cantidad de personas posibles. Estamos en una relación poliamorosa con Chile”, sentenció en tono de broma.