Desde la entidad técnica elaboraron un estudio que indicó que "la temperatura generada por la cápsula es suficientemente alta para encender un material combustible de tipo 'Combustible ligero muerto' como aquel posiblemente alojado en la canaleta de aguas lluvias al día del siniestro, en la ubicación identificada como área de origen".
Este martes, el Dictuc entregó detalles de la asesoría técnica que prestó en la investigación del incendio del Centro Arte Alameda, ocurrido el 27 diciembre de 2019 en plenas protestas del estallido social.
La entidad comunicó que durante julio de 2021 se les encargó un estudio por parte de los dueños del Centro Cultural Arte Alameda, relacionado al siniestro de finales del 2019.
A través de un comunicado, el Dictuc informó en primera instancia que el objetivo de su trabajo fue responder a la pregunta "¿El inicio del incendio ocurrido el día 27 de diciembre del año 2019 pudo haber sido causado por una bomba lacrimógena?”".
Destacando que no se trata de un peritaje de incendio, la entidad explicó que a través de diversos antecedentes como informes de la PDI, Bomberos y Carabineros, además de inspecciones de campo y otras pruebas "se evaluó si existieron condiciones ambientales y circunstanciales (estructurales, meteorológicas, material/construcción, posible carga de combustible), que favorecieran el inicio del incendio, considerando la presencia de una bomba de gas lacrimógeno como fuente de ignición en el área de origen determinado por las pericias ya ejecutadas por Bomberos de Chile".
Uno de los resultados principales del análisis determina que "el inicio del incendio sí pudo haber sido causado por una bomba de gas lacrimógeno". En este sentido precisan que "la temperatura generada por la cápsula es suficientemente alta para encender un material combustible de tipo 'Combustible ligero muerto' como aquel posiblemente alojado en la canaleta de aguas lluvias al día del siniestro, en la ubicación identificada como área de origen".
Al mismo tiempo se agrega que "las llamas de esta combustión pueden haber sido las suficientes para generar la ignición del poliestireno expandido (EPS) presente en la cubierta de la techumbre, material cuyo extremo se posicionaba justamente sobre la canaleta de aguas lluvias en una posición e inclinación favorable para la propagación del fuego por su superficie hacia el interior".
Otro punto que destaca el informe, es la constatación de que el material EPS, "al arder, genera goteo incandescente o con llamas. Por la ubicación y disposición física de los materiales, y según la arquitectura del edificio, es posible que este goteo se haya depositado sobre las cortinas en el interior de la sala cine, pudiendo generarse así la propagación general del fuego hacia el resto de la instalación siniestrada".
En el comunicado del DICTUC precisan que el estudio no tiene por finalidad "establecer si las cápsulas lacrimógenas encontradas en el lugar datan de la época en que ocurrió el siniestro ni cómo éstas pudieron haber alcanzado dicho lugar".
Por otro lado la entidad técnica enfatiza que "tampoco fue propósito de este estudio determinar si las mismas cápsulas lacrimógenas encontradas en el lugar, o eventualmente otras, fueron efectivamente la causa del incendio (...) por consiguiente, no buscó determinar el origen y causa del mismo".