Los estudiantes denuncian que no existen precauciones evitar que se conviertan en vectores de contagio, reclaman por la jornada de trabajo, por la cobertura médica en caso de infectarse con el virus y que las labores sean voluntarias. "Entristece y avergüenza", contestó la dirección de la escuela.
Los internos de 7º año de Medicina de la Pontificia Universidad Católica (PUC) anunciaron una paralización indefinida de sus actividades de apoyo en el Hospital Clínico UC ante la emergencia por el coronavirus, que fue una de las medidas anunciadas por el Minsal para enfrentar la crisis sanitaria.
A través de una carta dirigida a la directora de pregrado, Marcela Cisternas, los estudiantes informaron de su determinación y en ella denunciaron una falta de garantías mínimas como medidas de seguridad adecuadas y resguardo para evitar que se conviertan en portadores del virus.
Indican que "las actividades de internado deben suspenderse hasta que sea necesaria la presencia de más personal, a modo de disminuir el riesgo de que seamos vectores de contagio, y entendiendo que aun estamos a tiempo, como sociedad, de lograr aplanar la curva”.
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Además, piden que las labores de apoyo sean voluntarias -dado que muchos conviven con personas en grupos de riesgo- y que se establezcan horas de trabajo mínimas y máximas.
También demandan cobertura médica en distintas prestaciones (diagnóstico y tratamiento) en caso de un eventual contagio producido en contexto de actividades asistenciales, ya que actualmente la casa de estudios brinda un seguro escolar.
En la misma línea, solicitan que no se cobren semestres adicionales de arancel en caso de que la condición sanitaria actual empeore y esto repercuta en los plazos académicos.
Lee también: Mónica Rincón: “Al personal médico, gracias por arriesgar su salud y salvaguardar la nuestra”Por otro lado, cuestionan que la rotación sea solo en el Hospital Clínico UC y afirman que “todos hemos rotado en dicho centro en los internados de 6° año, y como generación sentimos que en la mayoría de las rotaciones nuestra labor es importante mas no fundamental, especialmente en un centro privado”.
“Así, es poco probable que llegue a serlo, considerando la cantidad de especialistas que trabajan ahí (esto sin detrimento que en el Hospital de La Florida y Hospital Sótero del Río sí puede ser necesaria nuestra ayuda en caso de extrema urgencia)”, agregan.
Desde la universidad, las autoridades de la Escuela de Medicina rechazaron la decisión y la calificaron como una "grave falta a la ética y al profesionalismo médico".
En una carta, firmada por el director de la escuela, Rafael Torres y la propia directora aludida, Marcela Cisternas, señalan que la decisión los "entristece y avergüenza" como Escuela de Medicina. "Más aún cuando hemos tenido reuniones con sus representantes para pedirles colaboración y comprensión en los muy difíciles momentos que vivimos".