La situación más crítica se presenta en Valparaíso con Aromos, que cuenta con un 6% de su capacidad. El de Peñuelas, por otro lado, está seco, según reportó la Dirección General de Aguas. Pese a esto, Esval afirma que el suministro de agua potable está asegurado para la presente temporada.
Los embalses están en sus mínimos históricos. Así lo refleja el más reciente informe de la Dirección General de Aguas, dependiente del ministerio de Obras Públicas, con el estado de las reservas hídricas del país al 31 de marzo de 2020. De acuerdo a este reporte, “a nivel nacional y en términos globales, los embalses presentan un déficit con respecto a sus promedios de un 50%”.
Lo que más apremia es la merma en las reservas de agua acumulada para el consumo humano. Ahí destaca la escasez en el embalse Aromos (Limache) que es la reserva con que cuenta la costa norte de la región de Valparaíso y que está a un 6% de su capacidad (2 millones de metros cúbicos). Además, se confirma que Peñuelas se encuentra seco, un lago que hace tiempo dejó de aportar con agua potable la capital de la región.
Ante esta situación, Esval, la empresa sanitaria a cargo del saneamiento y suministro de agua potable en gran parte de la región de Valparaíso, afirma que el abastecimiento está asegurado para la presente temporada.
“La situación es crítica en nuestra región, por eso constantemente buscamos nuevas alternativas para robustecer nuestro servicio. Sin las inversiones que hemos hecho con la sequía actual ya tendríamos racionamiento”, señala Luis Riveros, gerente regional de Esval.
El ejecutivo de la sanitaria agrega que “en la actualidad el 60% de nuestra producción viene de fuentes subterráneas y nuestro gran proyecto para el mediano plazo es la conexión de la planta Concón con Aromos, para poder recargarlo durante el invierno y dar respaldo al gran Valparaíso hasta 2040”.
Los embalses con agua para el consumo humano registran un déficit del 58%, según los datos revelados por la DGA. “El déficit más significativo corresponde a los embalses mixtos (riego y generación de energía) con un 63%. El menor déficit corresponde a los embalses dedicados sólo a la generación (energía) con un 13%”, detalla el reporte estatal.
Al comparar marzo con febrero (2020), hay una disminución del 11% en el volumen de agua acumulada. “El almacenamiento global corresponde a un 30% de la capacidad total”, recalca la Dirección General de Aguas.
“Durante marzo, todos los ríos experimentaron una disminución en sus caudales producto de la falta de precipitaciones y/o el término de las reservas de nieve, con la excepción del río Copiapó, lo que se podría explicar por precipitaciones estivales en la zona durante los meses de enero y febrero”, detalla el reporte de la DGA.
Sólo los caudales de los ríos Copiapó y Biobío se mantienen por sobre sus promedios. “El resto de los ríos están por debajo de sus promedios y, en la mayoría de los casos, por debajo de su mínimo histórico o muy cercano a él”, afirma el reporte.
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