El Ministerio de Sanidad de Gaza actualizó las cifras de la guerra, mientras persisten denuncias de cuerpos "robados" por parte de Israel a Palestina. La escalada de violencia deja una profunda huella con llamados internacionales a la contención.
(
EFE/CHVNoticias) Después de 82 días de
conflicto en Gaza, el saldo de la guerra supera
las 21.000 personas muertas y otras
55.000 heridas, según los datos actualizados del Ministerio de Sanidad del enclave palestino, bajo el
control de Hamás.
Desde la
Franja palestina, se denuncian
casos de cuerpos "robados" por parte de Israel, acusaciones que incluyen la extracción de órganos. El Gobierno israelí ha negado estas alegaciones, al tiempo que persisten las tensiones y el sufrimiento en la región.
Mientras
Israel afirma seguir eliminando objetivos de Hamás, incluida su red de túneles, se enfrenta a
críticas por el uso de armamento que resulta en un
elevado número de víctimas civiles, rechazando estas acusaciones. La escalada de violencia en Gaza continúa generando preocupación a nivel internacional.
Denuncias de robo de órganos
La mayoría de los muertos son niños, unos 8.800, y mujeres, cerca de 6.300, aunque su número puede ser aún mayor, porque
alrededor de 7.000 gazatíes se teme que están bajos los escombros tras los bombardeos o sus cuerpos abandonados sin haber sido contabilizados entre las víctimas de la ofensiva militar israelí.
Hamás denunció que
cuerpos de palestinos devueltos por Israel a Gaza tienen órganos "robados", como los entregados en las últimas horas en Rafah, en el sur de la Franja.
Israel entregó cerca de ochenta cuerpos en descomposición, "difíciles de reconocer, tras haberlos sacado de diferentes zonas de la Franja", relató.
En muchos de ellos
"habían robado órganos", afirmó Hamás, en lo que calificó "un crimen de guerra" tras haber sido "exhumados de sus tumbas".
Por su parte, el
portavoz del Gobierno de Israel, Eylon Levy, se remitió a pronunciamientos anteriores del
Ejército israelí en el sentido de que los cuerpos son llevados para ser identificados por si fueran de los rehenes capturados por Hamás.
"Las dificultades de identificación de los asesinados hacen necesario transferir los cuerpos a Israel para su identificación forense",
subrayó el portavoz, que defendió que "Israel es cuidadoso en respetar la integridad de los cuerpos".
El ataque de Hamás a Israel del pasado 7 de octubre provocó más de 1.200 muertos y cerca de 240 rehenes fueron llevados a Gaza, de los que se estima que
129 aún siguen en la Franja, 22 de ellos muertos según las autoridades israelíes.