El hombre, que quiso dejar su identidad en el anonimato, pidió la cuenta por casi siete dólares y dejó US$ 3.000 de propina. "Feliz Navidad y nos veremos cuando regresen", dijo antes de retirarse.
Brendon Ring, propietario del establecimiento, le dijo a CNN que estaba almorzando en su restaurante cuando un cliente se acercó y dejó su factura en su mesa que incluía una propina de US$ 3.000.
"Estuvimos un poco ocupados el domingo con muchos de nuestros clientes habituales viniendo ya que era nuestro último día (…) este tipo entró y caminó hasta el bar y pidió una pinta de Stella. Tomó un par de sorbos y le dijo al gerente: '¿Me da la cuenta?'", relata.
Lee también: El pueblo se llama Fucking y cambiará su nombre porque son muchas las bromas de los turistasEl hombre, que Ring dijo que desea ser anónimo, la llevó a la mesa y le dijo que lo compartiera con los camareros.
"Dijo: ‘Buena suerte, chicos, y nos veremos cuando vuelvan a abrir'", cuenta Ring.
Cuando Ring miró por primera vez la cuenta, pensó que era una propina de US$ 300, pero después de ponerse las gafas se dio cuenta de que le faltaba leer un cero. Fue una propina de US$ 3.000 en una cuenta de US$ 7. Corrió hacia el cliente para asegurarse de que no había cometido un error.
Lee también: Mujer se cansó de esperar en la fila y se desquitó quebrando 500 botellas de alcohol"Él dijo: ‘No, eso es lo que pretendía. Compártelo con el personal. Buena suerte, chicos, Feliz Navidad y nos veremos cuando regresen'", comenta.
El propietario compartió la propina con los trabajadores de su restaurante. Había cuatro meseros trabajando el domingo, y cada uno de ellos recibió US$ 750 de la propina.