La imputación de cargos que se desarrollará a fines de junio, apunta a un sargento que sigue en funciones y otro que fue separado de la institución. De acuerdo a la carpeta de investigación de la Fiscalía Centro Norte, aprovecharon la madrugada en agosto de 2021 para amenazar a un conductor que carecía de la autorización sanitaria y así quitarle el dinero que portaba en la billetera. El Consejo de Defensa del Estado se querelló en esta causa que estuvo casi un año en reserva, cuyo contenido revela CHV Noticias.
El Ministerio Público Centro Norte formalizará a un carabinero activo y otro expulsado, por el delito de robo con intimidación ocurrido en 2021, en uno de los períodos álgidos de la pandemia. La audiencia quedó fijada para el próximo 30 de junio.
El caso, a cargo de la fiscal Tania Sironvalle, estableció que todo ocurrió el 6 de agosto del año pasado apenas transcurridas dos horas de la medianoche.
A esa hora Felipe Pardo y Héctor Quiñones, cabo segundo y sargento respectivamente, se desplazaban en una patrulla por Avenida Diez de Julio, fuera del territorio que corresponde a la 33º comisaría de Ñuñoa, donde estaban encuadrados.
En ese contexto, fiscalizaron a Francisco Aravena, quien estaba detenido en un disco pare, en camino a su domicilio.
Por entonces Aravena trabajaba en el transporte privado de pasajeros, y para hacerlo de madrugada, debía contar con una autorización para desplazarse que no tenía. Esto luego que la autoridad sanitaria ordenara que las personas debían permanecer en sus hogares entre las 02.00 hasta las 05.00.
El sargento Quiñones aprovechó la oportunidad y bajó del patrullero marca Dodge, se acercó hasta Aravena y le pidió los documentos del auto y el permiso para transitar en toque de queda. Acto seguido lo obligó a conducir en contra del tránsito hasta calle Seminario, oportunidad en que el cabo Pardo se apropió de 175 mil pesos que el chofer mantenía en la billetera.
En una primera oportunidad, el caso apuntaba a la comisión de cohecho por parte del funcionario público y de soborno, en el caso del civil.
Sin embargo, con el correr de los meses y las diligencias decretadas por Sironvalle en unidades policiales, el tipo penal cambió al robo con intimidación.
Ayudó a lo anterior una querella presentada por el Consejo de Defensa del Estado (CDE) el 6 de mayo pasado, en esta causa que estuvo reservada por casi un año para evitar filtraciones.
“(...) se trata de dos carabineros que actúan de noche durante un período en que estaba prohibido transitar, por lo tanto, sabiendo que habría pocas personas en la calle. Luego realizan una serie de conductas completamente ajenas al procedimiento policial (...) dando órdenes a la víctima contrarias a la ley”, sostiene la acción legal interpuesta por el CDE.
Y agrega: “(...) actuaban en superioridad numérica (...) portaban armas (...) se apropian del dinero de la víctima que nada pudo hacer (...) pensó que estaba siendo secuestrada e incluso que no se trataba de verdaderos policías, ya que era lógico pensar que se trataba de un asalto”.
Este medio consultó a Carabineros sobre el caso. Se indicó que el cabo primero Felipe Pardo fue separado de la institución en noviembre de 2021. En tanto el sargento Quiñones continúa en sus funciones, pero sometido a un sumario administrativo que se encuentra en curso.