Un gran debate ético ha despertado la forma en que un facultativo del Kaiser Permanente Medical Center de California, informó a su paciente sobre sus pocas expectativas de vida. Familiares grabaron el incomodo momento y manifestaron su enojo con lo que pasó.
Si bien el estado de salud de Ernest Quintana era delicado, había vivido con una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, sus familiares nunca esperaron que la noticia fuera entregada de una manera tan fría.
La noche del lunes pasado una enfermera del Kaiser Permanente Medical Center de California, ingresó a la habitación de Quintana con un equipo de telemedicina, un médico apareció a través de un enlace de video en vivo y ofreció su sombrío pronóstico. El doctor, a través de la pantalla, le dice a Quintana: “desafortunadamente, no hay nada que podamos hacer de manera muy efectiva”. A esto agregó: “saben, no sé si va a llegar a casa”.
Lee también: Telemedicina: Las ventajas de realizar controles médicos a distanciaLa nieta de Quintana, Annalisia Wilharm dijo que no tenía idea de quién era el médico ni dónde se encontraba.
Ella grabó la situación con su teléfono mientras el doctor comunicaba los resultados de las pruebas de su abuelo.
Previo a esto, los médicos del hospital habían realizado pruebas para evaluar el estado de los pulmones de Quintana.
Wilharm, señaló: “Creo que deberían haber tenido más dignidad y tratarlo mejor de lo que lo hicieron”, dijo a CNN. “Ninguna nieta, ningún miembro de la familia debería pasar por lo que acabo de pasar con él”, agregó.
La nieta le dijo a CNN que su familia sabía que su abuelo moriría pronto, pero están enojados por la forma en que se manejó la situación y cómo se entregaron las noticias. Indicó que, como familia, esperan que nadie más reciba el mismo trato.
Una portavoz del hospital ofreció “sinceras condolencias a la familia” en un comunicado enviado a CNN.
Ernest Quintana, de 78 años, murió al día siguiente.