Debido a las recientes medidas del gobierno para reducir el máximo la movilidad social, algunas administraciones se adelantaron y prepararon a los habitantes para tareas que habitualmente realizan los trabajadores del lugar.
Muchos edificios se preperaron para una cuarentena total. Hay algunos que se anticiparon y mantienen sus espacios comunes, como quinchos, piscinas y áreas verdes, completamente cerrados.
La administración y los propios vecinos de estos lugares se están capacitando de manera voluntaria en labores como sacar la basura, limpiar los pasillos, hacerse cargo de las calderas e, incluso, rescatar personas desde los ascensores.
Patricia Marín es venezolana y vive en un condominio de Macul. Ella, precisamente, fue designada para el rescate en caso que haya un problema con los elevadores.
Lee también: De Vespucio Norte a Rotonda Grecia: Todos los puntos de control de identidad de las comunas en cuarentena“Siempre tiene que haber dos voluntarios para esta labor: uno que se mantenga calmando al vecino atrapado y otro que maneje la llave del ascensor para efectuar el rescate”, explica esta residente, que, con entusiasmo, ha tomado esta responsabilidad como una de las medidas tras el efecto coronavirus.
La seguridad también se extiende a la información clara que debe tener cada comunidad. En este mismo edificio de Macul, existen tres departamentos con casos de cuarentena preventiva por COVID-19. En ese sentido, ha habido completa transparencia en identificarlos para que los vecinos estén alerta y eviten el contacto con ellos.
En otras medidas, hay algunas administraciones de edificios que han decidido reducir las jornadas laborales de sus empleados, aprovechando el toque de queda para prescindir de los conserjes durante las noches.
Lee también: Katherine Martorell sobre trabajo durante cuarentena: “No se puede despedir a una persona justificándose en esta medida”En el plano más cotidiano, una de las recomendaciones es el uso de los ascensores de manera controlada, con un máximo de dos ocupantes por turno.
Otra normativa ha sido aislar a los conserjes a ciertos metros de distancia, para evitar los contactos directos. Hasta se ha pensado en el delivery, donde se ha dispuesto de una mesa o espacio definido para recibir los despachos.
La recepción de estas medidas por parte de los residentes ha sido positiva y la mayoría ha cumplido con las normas, entendiendo el contexto de la emergencia sanitaria que vive el país y el mundo en general.