El pontífice sostuvo que "se acerca el tiempo de Navidad y de las fiestas. Muchas veces las personas se preguntan qué pueden comprar. Usemos otra palabra, qué puedo dar a los demás para ser como Jesús".
"En estos tiempos de incertidumbre y fragilidad no desperdiciemos nuestras vidas pensando sólo en nosotros mismos (...) San Pablo nos invita a enfrentar la realidad, a no dejarnos contagiar por la indiferencia", refirió en su homilía en la basílica vaticana.
Francisco, quien precisamente adoptó su nombre papal en honor al santo de Asís de los pobres, señaló que los últimos, quienes menos tienen, "están en el centro del Evangelio".
Lee también: Boris Johnson entra en contacto con un caso COVID-19 positivo y decide autoaislarse de forma preventiva"El Evangelio no se entiende sin los pobres, ellos están en la misma personalidad de Jesús, que siendo rico se redujo a sí mismo, se hizo pobre, se hizo pecado, la pobreza más despreciable", dijo.
Para el papa el "servicio" a los demás es un modo de aprovechar la riqueza o los bienes personales pues, a su parecer, "no sirve para vivir el que no vive para servir", sostuvo.
Y por esa razón los fieles "buenos" son los que arriesgan y "no guardan lo que han recibido" sino que lo emplean porque, subrayó, "el bien que no se invierte, se pierde".
Lee también: Periodistas de Guatemala condenan el asesinato de Mario Ortega, director de un canal de TV"La grandeza de nuestra vida no depende de cuánto acaparamos sino de cuánto fruto damos. Cuánta gente pasa su vida acumulando, pensando en estar bien en vez de hacer el bien, pero ¡qué vacía es una vida que persigue necesidades, sin mirar a los necesitados!", lamentó.
El pontífice invitó a servir a quienes más lo necesitan habida cuenta de las fiestas navideñas: "Se acerca el tiempo de Navidad y de las fiestas. Muchas veces las personas se preguntan qué pueden comprar. Usemos otra palabra, qué puedo dar a los demás para ser como Jesús", pidió.
En su opinión "es triste" cuando un cristiano se limita solo a seguir las reglas y a respetar los mandamientos y no se lanzan al servicio de los demás.
Lee también: Martín Vizcarra tras renuncia de Merino: "Ha salido un dictadorzuelo de Palacio""Permitidme la imagen pero estos que se cuidan tanto de no arriesgar, empiezan en la vida un proceso de momificación del alma y terminan siendo momias. Esto no es suficiente, la fidelidad a Jesús no se limita simplemente a no equivocarse", zanjó.
Por cuarto año Francisco ha celebrado la Jornada Mundial de los Pobres con una misa en la basílica de San Pedro a la que asistieron, entre otros, un centenar de personas, entre sacerdotes, voluntarios y mendigos asistidos por la red parroquial romana.
Una eucaristía en la que se siguieron los protocolos contra el coronavirus, con pocos fieles y concelebrantes, separados entre sí y provistos de mascarilla, aunque el papa siguió sin ponérsela.
Lee también: CIDH manifestó su preocupación por el "uso excesivo de la fuerza policial" en las protestas en PerúEn cualquier caso la pandemia no ha impedido las obras de caridad y también este año se distribuirá comida, mascarillas y otro tipo de ayudas a las familias en apuros económicos de unas sesenta parroquias romanas y asociaciones caritativas.
Asimismo, en el ambulatorio instalado en la columnata de la plaza de San Pedro del Vaticano se realizan pruebas de coronavirus gratis y se distribuye la vacuna de la gripe a todos los pobres que duermen en centros de acogida o a que lo necesiten para volver a su país.