La mujer que fue la primera víctima en salir del anonimato y denunciar la red de tráfico sexual del magnate estadounidense se quitó la vida la semana pasada en su casa en Australia Occidental.
Virginia Giuffre pasó sus últimos días enferma, con miedo y alejada de sus hijos en una granja en Australia Occidental. Según su familia, su muerte se debió a que “el daño del maltrato fue tan pesado que se hizo insoportable”. Habían pasado 10 años desde que ayudó a destapar una de las redes de tráfico sexual más poderosas del mundo, y las consecuencias la perseguían hasta la actualidad.
La mujer de 41 años fue encontrada sin vida la noche del viernes. En una declaración, su familia destacó su “increíble coraje” y explicó que “perdió la vida debido a un suicidio, después de haber sido durante toda su vida víctima de abusos y tráfico sexual”.
De esta forma, llegaba a su fin la turbulenta historia de quien fue la primera víctima de Jeffrey Epstein en salir del anonimato y denunciar públicamente la red de abuso sexual del magnate estadounidense, vinculada a reconocidas figuras de la política y el espectáculo mundial.
Sus últimas publicaciones en Instagram evidencian que estos meses habían sido difíciles. En una de ellas, reveló que en marzo debió ser hospitalizada, luego de que su auto fuera embestido por un furgón escolar en el norte de la ciudad de Perth.
El post estaba acompañado de una alarmante imagen, en la que se aparecía recostada en una cama de hospital con hematomas y lesiones en su rostro.
Asimismo, tenía un preocupante mensaje: “Tengo (un cuadro de) insuficiencia renal, me han dado cuatro días de vida, (y) me han trasladado a un hospital especializado en urología. Estoy lista para irme, aunque no hasta que vea a mis niños por última vez”.
Asimismo, según reportó Daily Mail, Giuffre tenía miedo de que sus enemigos intentaran arruinar su reputación. Un amigo de ella declaró al diario: “Ser desacreditada fue una de las muchas cosas que la angustiaron en los últimos meses”.
A sus problemas de salud se sumó el dolor de estar lejos de sus hijos. Según detallaron medios estadounidenses, en enero pasado su ex marido la habría golpeado, provocándole una fractura de esternón y una perforación ocular.
Al mes siguiente, él la acusó de violencia familiar, solicitó una orden de restricción en su contra e inició una batalla judicial que terminó con Giuffre perdiendo la custodia de sus tres niños.
Virginia Giuffre nació en 1983 en el estado de California, EE.UU y, según declaró en varias entrevistas, su infancia "fue robada rápidamente" debido a un episodio de abuso sexual por parte de un amigo de la familia.
No fue hasta el 2000 que conoció a la socialité británica, Ghislaine Maxwell, quien le ofreció un trabajo como masajista de quien era su pareja, Jeffrey Epstein.
Según declaró Giuffre, a partir de ahí, y durante los años siguientes, fue "pasada como una bandeja de frutas" entre los millonarios amigos de Epstein alrededor del globo.
No fue hasta 2009 que Giuffre demandó a Epstein, acusándolo a él y Maxwell de haberla reclutado -cuando era menor de edad- para unirse a su red de tráfico sexual.
En 2019 Epstein fue detenido por tráfico sexual y conspiración y un mes después fue hallado ahorcado en su celda. Maxwell, por su parte, fue condenada en 2021 a 20 años de prisión por tráfico sexual.
Giuffre también acusó al hermano del rey Carlos III de Inglaterra, el príncipe Andrés, de agredirla sexualmente en tres ocasiones distintas en locaciones de propiedad de Epstein.
Si bien el duque de York negó las acusaciones y aseguró en una entrevista con BBC que no recordaba haberla conocido, existe una fotografía de 2001, en la que se le ve sonriendo junto a la presunta víctima.
A más de 20 años de los hechos, Spencer Kuvin, abogado de las víctimas de Epstein, aseguró que la muerte de Giuffre no le sorprende: “A pesar de su notable fuerza y resiliencia, luchó valientemente contra sus abusadores, ricos y poderosos. Es a la vez triste y no sorprendente que finalmente decidiera quitarse la vida para aliviar su sufrimiento".