Desde 2018 que la estadounidense de 28 años está con licencia y postrada en cama, sin poder realizar actividades cotidianas como ducharse o ponerse de pie.
Una joven de 28 años sufre un inusual padecimiento que ella misma define como "alergia a la gravedad".
Lyndsi Johnson, ex mecánica de Marina, desde 2018 que se encuentra con licencia médica tras presentar diversos síntomas que, incluyen, hasta diez desmayos diarios y la imposibilidad de hacer sus tareas cotidianas.
La mujer oriunda de Maine, Estados Unidos, se mantiene postrada en cama debido a que no puede permanecer en pie por más de tres minutos sin perder el conocimiento. Esta situación la ha llevado a depender totalmente de su esposo, James.
Según indicó a Daily Mail, los primeros malestares comenzaron en 2015, con dolores de espalda y abdominales, que se intensificaron mientras estaba sirviendo en el extranjero. Después de eso, llegaron los vómitos y los desmayos.
Lo anterior produjo que le dieran licencia médica hasta la fecha, iniciando un proceso médico para identificar su enfermedad. Así, a principios de este año, Lyndsi fue diagnosticada con un síndrome de taquicardia postural.
De acuerdo con el medio citado, el síndrome de abreviatura PoTS produce un aumento anormal y rápido de la frecuencia cardíaca en actividades tan comunes como ponerse de pie, pudiendo causar mareos o desmayos.
¿Por qué entonces se relaciona con la gravedad? Tiene una explicación sencilla, y es que cuando nos ponemos de pie, la gravedad permite que la sangre varíe en su presión para dirigirse hacia las manos, los pies y el vientre. Una acción que normalmente es compensada con un cambio ligero de frecuencia cardíaca para estabilizar el flujo.
Sin embargo, quienes padecen PoTS, dicha respuesta corporal no se desencadena correctamente y la frecuencia cardíaca aumenta rápidamente ante este cambio en la presión.
"Nunca pensé que a los 28 tendría que usar una silla para ducharme", aseguró Johnson respecto de su padecimiento, agregando que "soy alérgica a la gravedad, suena loco, pero es verdad".
"Ya no puedo salir de mi casa. No hay cura, pero estoy muy agradecida por James y por lo que tengo", cerró.