Los icónicos registros de Roberto Pedraza Ruiz, conservacionista y fotógrafo que supervisa el programa del Grupo Ecológico Sierra Gorda, revelan las maravillas de la naturaleza.
Pedraza Ruiz, ahora un conservacionista y fotógrafo, se mudó de la bulliciosa ciudad de Querétaro, en el centro de México, a Sierra Gorda, en 1984, cuando tenía nueve años.
La cadena montañosa cubre más de 380 mil hectáreas, más del doble del tamaño del Gran Londres. Sus paisajes abarcan montañas escarpadas, desiertos áridos y bosques nubosos brumosos. "Realmente creo que pertenezco a estas montañas", dijo Roberto a CNN.
Lee también: Día de la Marmota: La histórica conmemoración que predice el clima del añoSu madre es la conservacionista galardonada Martha "Pati" Ruiz Corzo, considerada alguacil ambiental de la región.
Pedraza Ruiz supervisa el programa de conservación de tierras del Grupo Ecológico Sierra Gorda, haciendo de todo, desde construir cercas para mantener a raya al ganado, hasta patrullar los bosques en busca de actividades ilegales. Dice que su trabajo marca la diferencia. Fuera de la reserva, "se puede ver la tala ilegal, la ganadería y los incendios forestales".
En tanto, también es un fotógrafo galardonado que muestra la belleza salvaje de su hogar al mundo.
Lee también: Para tener en cuenta: Estos son los 3 países más hospitalarios con los extranjeros"La fotografía se ha convertido en una herramienta muy eficaz para la conservación", afirmó. En 2016, las fotografías que tomó en Sierra Gorda hace más de una década provocaron el descubrimiento de dos nuevas especies de magnolia. Una de ellas, la Magnolia pedrazae, recibió el nombre de su familia.
La fotografía es "una forma de compartir por qué Sierra Gorda es tan importante", finalizó.