El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, apuntó a que estos ataques fueron perpetrados por grupos armados apoyados por Irán.
CHV Noticias / AFP
Tres militares estadounidenses murieron y 25 resultaron heridos en un ataque con dron en
Jordania, anunció el domingo el
ejército. En tanto el presidente
Joe Biden prometió represalias contra grupos respaldados por
Irán a los que señala como responsables.
Es la primera vez que miembros de las fuerzas militares estadounidenses
fallecen como resultado de fuego hostil desde el reinicio de la guerra entre
Israel y
Hamás.
"El 28 de enero,
tres miembros del servicio estadounidense murieron y 25 resultaron heridos por un ataque unidireccional (dron) que impactó en una base en el noreste de Jordania, cerca de la frontera con Siria", dijo el
Comando Central de Estados Unidos en un comunicado.
Jordania
negó que el ataque hubiese tenido lugar en su territorio y afirmó que ocurrió en una base militar en
territorio sirio.
El "ataque dirigido contra las fuerzas estadounidenses no tuvo lugar en Jordania (...). Su objetivo fue la base de
Al Tanf en Siria", una base estratégica de la coalición antiyihadista, cerca de las fronteras jordana e iraquí, declaró
Muhanad Mubaidin, portavoz del gobierno jordano, en la televisión estatal.
Represalias
El presidente Biden prometió
represalias. "Investigamos los hechos" pero "sabemos que (el ataque)
fue ejecutado por grupos militantes radicales respaldados por Irán, que operan en Siria e Irak", dijo el mandatario en una declaración.
"Que no haya dudas. Haremos
responsables a los involucrados en el momento y de la forma que elijamos", señaló Biden.
En su cuenta de Telegram, la
Resistencia Islámica en Irak, una nebulosa de combatientes de grupos armados proiraníes que rechaza el apoyo de
Estados Unidos a Israel, reivindicó los
"ataques perpetrados el domingo al amanecer con drones" contra tres bases en territorio sirio, entre ellas las de Al-Tanf y Rukban, muy cercanas entre sí.
El vocero de Hamás,
Sami Abu Zuhri, dijo que la muerte de los soldados "es un mensaje para el gobierno estadounidense, de que a menos que el
asesinato de inocentes en Gaza se detenga, podría enfrentarse a toda la nación" musulmana.
"La continuación de la agresión estadounidense-sionista en
Gaza podría causar una
explosión regional", añadió en una declaración.
Una crisis que se extiende
Estas muertes ocurren en un contexto explosivo. Estados Unidos y fuerzas aliadas en Irak y Siria fueron blanco de más de
150 ataques desde mediados de octubre, según el Pentágono. Se trata de una repercusión directa de la guerra en Gaza entre Israel, aliado de Washington, y Hamás, respaldado por Irán.
Washington llevó adelante
represalias tanto en Siria como en Irak.
Muchos de estos ataques contra personal estadounidense
fueron reivindicados por la Resistencia Islámica en Irak.
Desde este enero, Estados Unidos bombardea, con apoyo del
Reino Unido, posiciones de los rebeldes hutíes de Yemen, un grupo pro iraní que ataca a buques mercantes internacionales en el
Mar Rojo y el golfo de Adén.
Además de la guerra en Gaza, Israel sostiene intercambios armados prácticamente a diario con el
Hezbolá basado en Líbano, muy cercano a Irán. Israel intensificó asimismo sus ataques contra el gobierno de Siria y contra los grupos pro iraníes allí instalados.
La guerra estalló el 7 de octubre, con la incursión de comandos islamistas que
mataron a unas 1.140 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a cerca de
250 en el sur de Israel, según un balance de la AFP a partir de datos oficiales israelíes.
Las acciones de represalia, con bombardeos incesantes y acciones terrestres en Gaza, dejaron hasta el momento
26.422 muertos, en su mayoría mujeres, niños y adolescentes, según el Ministerio de Salud de la franja, controlado por Hamás.