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Según el decreto del gobierno, estuvieron sometidos a cuarentena por exactamente 14 días. Pero en Isla de Pascua, el aislamiento ha durado casi un mes. Con cinco casos confirmados de COVID-19 que están a punto de ser dados de alta y sin nuevos contagios hace ya más de dos semanas, Rapa Nui ha extremado las medidas para erradicar al virus de su territorio.
Una de las formas en que lo han llevado a cabo es a través del programa "Retorno Seguro", que busca que los habitantes de la isla que se encuentran en el continente y que quieran regresar, lo hagan con la certeza de estar libres de la enfermedad para evitar que el coronavirus reaparezca.
Para lograr de manera exitosa la repatriación de los pascuenses, el municipio dispuso de una encuesta online con el fin de recabar información sobre los habitantes que se encuentran lejos de sus casas. El primer vuelo se realizará el viernes 24 de abril.
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Antes de regresar al territorio, los isleños deberán pasar por un periodo de cuarentena en el continente chileno. Una vez que aterricen en el aeropuerto de Rapa Nui, se les realizará un test para detectar la presencia del virus. A su vez, el equipaje será sanitizado en su totalidad y todos los pasajeros deberán utilizar guantes y doble mascarilla durante el vuelo.
Finalmente, y aún sin desembarcar del avión, la seremi de Salud realizará una última fiscalización y recogerá un formulario en el que los viajeros indicarán dónde pasarán la próxima cuarentena obligatoria. Un periodo de aislamiento al que deberán someterse, esta vez, en suelo isleño.
¿Qué ocurrirá al aterrizar?
Al tocar suelo Rapa Nui, se aplicará un estricto protocolo que busca limpiar a la isla del coronavirus completamente.
Así lo explicó el alcalde Pedro Edmunds: “Se dividirá a los viajeros en grupos de 50 personas y cada grupo tendrá un monitor que los vigilará. En la isla contarán con otro vigilante que los acompañará hasta un bus que los dejará directamente en sus casas. Cinco días después, se les realizará un segundo test para detectar un posible contagio y, de salir negativo, los pasajeros continuarán su cuarentena hasta cumplir los catorce días”.
De esta forma, todo residente que aterrice en Isla de Pascua será controlado por inspectores municipales, quienes se encontrarán en las afueras de los hogares de los viajeros para asegurar su permanencia en las casas y que no reciban visitas. Del mismo modo, el municipio se encargará de la alimentación. “Tenemos establecidos puentes de alimentos. Nuestra gente se las irá a dejar a la puerta de sus hogares”, detalló el el jefe comunal.
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Preliminarmente, el proceso tiene duración hasta el 9 de mayo, fecha en la que las autoridades municipales tienen pensado liberar a la isla de forma interna y así normalizar la situación escolar de los niños y adolescentes.
Pese a ello, Rapa Nui no abrirá sus fronteras al turismo hasta octubre. “Yo prefiero tener una isla sana, que arriesgarla por la economía. Por eso, la economía de la isla se paraliza hasta que se levante el estado de excepción”, explicó Edmunds.
Obedeciendo al "tapu"
Pero las rigurosas medidas sanitarias no sólo serán aplicadas a quienes retornen a Isla de Pascua, sino que también incluyen a los residentes, quienes están sometidos al “tapu”. Si bien ese concepto no reviste una norma legal, se trata de una creencia ancestral respetada por los habitantes de la zona.
Así, el tapu, básicamente es un concepto que implica que debe ser obedecido, y que en la cultura Rapa Nui se cumple a cabalidad. En esta ocasión, el llamado del alcalde fue a recluirse en sus casas y evitar el contacto. La orden fue realizada el 19 de marzo, y hasta la fecha, ha sido respetada. Así lo detallan algunos habitantes:
“Se trata de una cuarentena voluntaria a partir de las dos de la tarde. A esa hora, ya están todos en sus casas. Nadie está en su puesto de trabajo, ni circulando por el pueblo. Es mucho más efectivo que una cuarentena determinada por las autoridades nacionales”.
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De esta forma, y pese a que desde Chile continental se había levantado la medida de cuarentena para Isla de Pascua, sus residentes llevan casi un mes obedeciendo las reglas municipales, que llegan a su fin este viernes 17.
Para el alcalde, la decisión fue exitosa: “La gente, obedeciendo al tapu, se quedó en sus casas. El comercio cerró a tiempo, la gente se retiró de las plazas y calles. Da gusto tener una comunidad obediente, disciplinada y sabia”.
Además de esta medida, Rapa Nui decretó una ordenanza comunal que durará 18 meses y que obliga a sus habitantes a usar mascarilla en todo lugar. Por su parte, los locales comerciales deben contar con alcohol gel para todos sus clientes y recipientes aptos para el lavado de manos.
17/04/2020
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