Si usted viaja constantemente en las líneas 1, 2, 4 y 5 de Metro, entonces puede que haya visto a la protagonista de esta historia: Una
mujer que se ubica en el exterior de concurridas estaciones con un llamativo cartel que dice
"si estás pasando por un mal momento, déjame abrazarte".
Se trata de
Cynthia Fuentes, una
mujer 48 años que lleva más de
cuatro meses abrazando a desconocidos que se le acercan al ver su mensaje y que ella recibe con los brazos abiertos.
"Abrazos de mamá"
En conversación con
CHV Noticias, una vez nos enteramos de su historia a través del
Cazanoticias, la también vendedora de zapatos americanos por internet explicó que la
iniciativa nació en junio del 2022, para la marcha del
Mes del Orgullo LGBTQI+.
"Se me ocurrió hacer un
cartel de abrazos de mamá y fui con cero fe a Plaza Italia, pero me di cuenta que
hacía falta esta contención para los chicos y las niñas de la diversidad", contó, confesando que la idea surgió como una
muestra de apoyo a su hija de 13 años.
"Decidí ir a la marcha por mi hija, porque ella hace muchos años
nos contó que es lesbiana, entonces sentí que era
una forma de apoyarla y que viera que estamos 100% con ella", relató. Ese fue el puntapié inicial.
"Linda experiencia"
Lejos de quedar en esa única instancia, Cynthia se motivó a seguir adelante con la iniciativa y en septiembre,
en el mes de la Prevención del Suicidio, volvió a salir a la calle con su cartel.
Fue ahí cuando
decidió pararse fuera de las estaciones del tren subterráneo de la capital. ¿Por qué? Según ella misma relató, a causa de la gran cantidad de
personas que se estaba lanzando a las vías del tren.
"Empecé a deambular por estaciones con alto flujo, como La Cisterna, Los Libertadores, Vespucio Norte y Tobalaba y también me puse afuera del Costanera Center, y
vi la gran cantidad de gente que se acercaba", señaló.
"La recepción ha sido muy buena.
Ha sido una muy linda experiencia", expresó Cynthia, quien ahora va
tres días a la semana a regalar abrazos.
"Mucha gente llora cuando me abraza. Algunos
se quedan contándome sus problemas y yo los escucho. Jamás les pregunto qué les pasa cuando me abrazan y lloran. Si me quieren contar bien, pero yo no me siento con la patudez de preguntarles qué le pasó", expresó.
"Hay mucha gente que me dice que los lleno de energía.
No es un abrazo y ándate. Yo los abrazo y dejo que ellos me suelten. Yo no los suelto", añadió.
Es por eso que dijo que en su propia experiencia de haberlo necesitado más de una vez y no haber tenido contención es que
da abrazos con sentido.
Salvar una vida con un abrazo
Tal ha sido su ayuda para las personas, que rápidamente recuerda con mucha emoción
una de las historias que más la marcó en estos cuatro meses de labor.
"Hay
una niña que una vez pasó por Metro Baquedano y lloró mucho cuando la abracé. No me contó lo que le pasaba y yo tampoco le quise preguntar. Solo me dio las gracias y se fue", comenzó narrando.
Dos semanas después,
"esa niña se me acerca y me dice 'te quiero dar las gracias, porque yo iba directo a lanzarme al Metro, la vi a usted y cambié de opinión'", contó.
"Esas cosas a mí me llenan y me dan más energía para seguir haciéndolo", agregó Cynthia, quien reconoció que muchas veces le han preguntado si es psicóloga, debido a su gran capacidad de dar contención.
Aunque no lo es, además de los abrazos en persona utiliza sus redes sociales para ayudar a quienes se lo piden.
"Me escriben y yo hago como un seguimiento de sus casos".
A los cuatro meses que lleva con la iniciativa, esta dueña de casa pretende sumar muchos más
. "Es una muy bonita experiencia y lo voy a seguir haciendo", cerró.