El Departamento de Policía de Springfield concretó la detención de este hombre, quien mantenía ordenes de arresto vigentes. El conductor "salió por el lado del pasajero del vehículo y afirmó que no estaba conduciendo", informaron desde la institución policial.
(EFE / CHV Noticias) - Una insólita situación se registro hace algunos días en Colorado,
Estados Unidos. Un automovilista que, aparentemente, bebió más de la cuenta fue fiscalizado por transitar a exceso de velocidad. Sin embargo,
se cambió de asiento con su perro para que pareciera que no era él quien conducía.
El hecho que concluyó con la detención e imputación del chofer fue revelado en las redes sociales del Departamento de Policía de Springfield.
"El perro no enfrenta ningún cargo y lo dejaron ir solo con una advertencia", señala con humor el comunicado policial.
Además, según explicaron desde la institución policial, "el conductor intentó cambiar de lugar con su perro que estaba en el asiento del pasajero cuando el oficial se acercó". El agente "pudo ver todo el proceso" hasta que
el conductor "salió por el lado del pasajero del vehículo y afirmó que no estaba conduciendo".
El hombre, cuyo nombre no se informó,
parecía ebrio y cuando un oficial le preguntó si había estado bebiendo, se escapó, pero fue detenido a menos de 20 metros del del automóvil. Tras pasar por un hospital, fue ingresado a la cárcel del condado Baca por cargos que incluyen conducir bajo la influencia del alcohol y/o drogas, exceso de velocidad y resistencia al arresto.
Por su parte, el diario local
Newsbreak informó este miércoles que
el detenido había manejado a mas de 110 kilómetros por hora (km/h) desde Las Ánimas, cuando se perdió en Springfield camino a Pueblo. Cuando fue detenido
se descubrió que poseía varias órdenes de arresto por causas que la Policía no reveló
En tanto,
el can fue entregado a un amigo del dueño, mientras este estaba en la cárcel.