El análisis de Robert Walters Chile plantea cómo los trabajadores deben priorizar entre las distintas especializaciones, de forma tal que antes de comprometerse con algún curso o diplomado, es necesario cubrir algunas competencias que hoy son básicas.
Las habilidades más demandadas por el mercado chileno son las analíticas, desarrollo web, extracción de datos y otras de lenguaje de programación.
Además de marketing digital para el cargo de especialista de redes sociales, junto con ventas de retail y comercio, y roles legales, de acuerdo a un levantamiento realizado por Robert Walters Chile.
Lo anterior, es una gran oportunidad para las nuevas generaciones, quienes consideran la tecnología como un factor clave en el ámbito laboral.
De hecho, un 38% de los profesionales millennial siente que sus empleadores debiesen motivarlos a incorporar medios sociales en su trabajo, comparado con un 24% de la generación X y un 10% en los baby boomers.
Los millennials serán el grupo más importante entre la población activa el 2025, representando a los líderes del futuro, y siendo el 30% de la fuerza laboral actual.
Lee también: Glovo cerrará definitivamente sus servicios a final de mes“Están conectados a las nuevas tecnologías de manera permanente al ser nativos digitales y lo consideran muy relevante en lo profesional, optando un 53% por organizaciones que usan la misma tecnología que ellos. Estar abierto a integrar plataformas populares en su negocio puede ser una gran ventaja competitiva para atraerlos” dice Alfredo Araneda, gerente general de Robert Walters Chile.
Otra competencia clave en el mundo laboral es el inglés, el cual es exigido de manera transversal para una serie de roles y funciones, y que hoy es una competencia baja en Chile de acuerdo al English Proficiency Index 2018.
En este contexto, los profesionales ya pueden comenzar a tomar decisiones estratégicas en cuanto a qué darle prioridad al momento de especializarse.
“Esta debilidad es una oportunidad para quienes vienen de Estados Unidos y es un claro llamado para que el chileno invierta en cursos de inglés antes que en otros como un MBA, a la hora de querer ascender o cambiarse a un nuevo empleo de mandos intermedios y directivos, especialmente de una empresa transnacional” explica Araneda.
Lee también: La mayor en lo que va del 2019: Bencinas anotan octava alza de precio consecutivaActualmente en Chile hay cerca de 8.5 millones de personas trabajando principalmente concentrados en Santiago en más de un 50% en cuatro industrias: comercio al por mayor y al por menor (1.5 M), manufacturera (872 mil), agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (850 mil), y construcción (710 mil), de acuerdo a información del INE del periodo diciembre 2018 – febrero 2019. Esto con una demanda laboral de empresas de gran tamaño (15%) y una alta cantidad de pymes (63%), con un aporte migrante de 40 profesionales extranjeros de cada 10 mil del universo total, principalmente de Latinoamérica.
“En este contexto de alta concentración laboral es fundamental que se genere valor tanto para el candidato como para la empresa, con la asesoría de expertos con alta experiencia en el campo que seleccionan y con una profunda compresión de cada negocio. Finalmente se pasa a establecer una relación de confianza que es mucho más relacional que transaccional” concluye Alfredo Araneda.